La frase “Sé lo que quieras ser”, es una ideología de vida para el poblano, Paul Sebastián Juárez, quien desde hace 22 años comenzó a coleccionar muñecas Barbie de la marca Mattel.
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Confiesa que cuando era un niño siempre deseaba tener una muñeca en sus manos para jugar. Sin embargo, fue hasta que atravesó un momento de agonía que decidió hacer realidad su sueño.
En entrevista para Multimedios Puebla, el poblano, quien es de profesión médico cirujano, se declaró el fan número uno de Barbie, ya que cuenta con una colección de 172 piezas, edición limitada y, por lo tanto, únicas en el mundo.
“En el 2001 me contagié de cólera y estuve a punto de morir. Durante los días en los agonicé una de las cosas que más me causaron remordimiento y arrepentimiento en la vida, fue que jamás me compré una Barbie; siempre quise una. Y por eso, la navidad de ese año, Santa Claus me trajo mi primer Barbie”, relató.
Paul Sebastián disfruta cada que juega con las muñecas, las cambia de ropa y hasta las lleva a su trabajo. Diariamente una muñeca lo acompaña a su consultorio, donde atiende a sus pacientes y les comparte su alegría de ser coleccionista de Barbie.
Es de resaltar que para conseguir las piezas, participa en ventas exclusivas a través de páginas de internet y subastas. Además, acude a tianguis y lugares en los que venden artesanías, tales como Los Sapos en la capital poblana.
Una de sus piezas más exclusivas es la primera Barbie, que data de 1959, que adquirió junto con sus accesorios, ropa y caja original. Además, es de los pocos coleccionistas del mundo que lograron tenerla.
La segunda pieza más valiosa con la que cuenta el médico poblano es la casa de Barbie, que salió a la venta tres años después de que la muñeca comenzara a circular en el mercado.
El material del que está elaborado el hogar de Barbie es de cartón, por lo que Paul tuvo que armar cada detalle, pues en esa época no había plástico para elaborarla, por lo que equiparla fue toda una experiencia para él.
“La casa de 1962, la primer casa de los sueños de Barbie, originalmente venía como un rompecabezas en cartulina, en la que tu armabas los muebles, las piezas de los libros, el tocador, la camita, para que posaras a Barbie, la pudieras vestir, cambiar y colocar para jugar, viene en un display como si fuera una maletita, para que pudieras llevar su casita a donde fueras a jugar, es como de las cosas más antiguas Barbie y más cotizadas”, enfatizó.
Lo que lo hace identificarse aún más con la marca es la libertad de expresión y la huella que ha dejado por décadas, ya que mediante la muñeca se pueden notar las épocas y avances en el mundo. Tales como el feminismo e incluso las preferencias sexuales.
Paul Sebastián cuenta con colecciones como botargas, curvies, doctoras, monumentos del mundo, Stars Wars y Hello Kitty. Así como las que se desprenden de marcas como Coach, Liverpool, Dior, Coco Chanel, Coca-Cola, Toy Story, y hasta la primera Barbie Transgénero, como parte de su colección de estos años.
CHM