Con el sueño de regresar a sus raíces, un grupo de amigos, microproductores del municipio de Calpan, decidieron rescatar el chile poblano pero criollo, que es el original para el tradicional platillo Chile en Nogada, por lo que crearon su empresa denominada Chilchiltotan Kokoaq, "chiles picosos", siendo un nombre en náhuatl.
Luis Alberto Bermeo Cruz, Jonathan Castellanos, Germán Martínez Rojano y Gilberto Benito Munive, son cuatro amigos de la infancia, dos de ellos migrantes, quienes regresaron para cumplir su sueño de devolverle un poco de lo que les otorgó su municipio.
En entrevista con MILENIO PUEBLA, narraron que cumplen el sueño de rescatar el chile criollo, el cual es tan perfecto que tiene un brillo, olor, esencia y tamaño único; que a diferencia del híbrido no logra brindar al paladar exigente de los poblanos un sabor especial.
Luis Alberto, destacó que este producto alcanza los 25 centímetros de tamaño, además de la consistencia y esencia que no tiene comparación con el híbrido.
"La diferencia es que el chile criollo tiene un sabor especial, fresco con calidad que le da ese toque especial del original platillo internacional", expresó el productor poblano a este medio.
Asimismo, destacó que utilizan un sistema de sembrado semi-tecnificado lo que ha dado por resultado un producto de calidad que está educando el paladar de los poblanos pues al tener suficiente agua en su producción hace que sea fuerte durante el capeado además de que se limpia más rápido.
"Nos dimos a la tarea de buscar la semilla con nuestros antepasados, pues algunos productores de la zona siguen sembrando el criollo pero a la antigua y nos brindan productos de buen tamaño", precisó.
Por su parte, Gilberto Benito explicó que cuentan con un pequeño invernadero a cierta escala con el sistema de acolchado a base de goteo que va integrado dentro de la cama ya elaborada, misma que se compone de nutridos orgánicos por lo que realizan un mix de lo orgánico y lo químico.
Destacó que desarrollan la técnica que es impartida por un Ingeniero Agrónomo en conjunto con los conocimientos ancestrales, debido a que sus abuelos se dedicaban a sembrar con un cultivo tradicional, pero enfatizó que también producen a campo abierto con las nuevas técnicas.
"Tenemos buenos resultados, porque las plantas llegan a medir más de 80 centímetros y nuestra producción estará lista en el mes de julio, por lo que esperamos de ocho a 12 toneladas", puntualizó el microempresario.
Con orgullo mostró la cosecha que estará lista en el próximo mes, por ello aseguró que son un ejemplo a seguir para muchos habitantes del municipio.
"Ahora somos un ejemplo a seguir. A nuestro regreso como migrantes me encontré a mi ex profesor del Cebeta, quien me motivó a cosechar este producto y yo impulse a mis amigos, porque coincidimos en que teníamos que rescatar a lo que tanto nos ha dado el municipio, pero ya con técnicas, hemos hecho lo que nadie ha logrado y seguiremos trabajando", comentó el agricultor.
Gilberto Benito destacó que desde hace dos años que emprendieron este proyecto y en la actualidad siembran chiles locos y habaneros, por ello señaló que se busca que en poco espacio se pueda obtener gran producción.
Ante esto, el agricultor solicitó a todos los poblanos a consumir lo que se cosecha a nivel local, pues esto enriquece la cadena productiva, "hemos comprobado que si se puede producir y hacerlo bien y de calidad".
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