Los manatíes en la Laguna del Carpintero enfrentan algunas amenazas a su integridad, lo que obliga a generar un plan que garantice su preservación en ese hábitat, pues se trata de una especie protegida.
El biólogo José de Jesús Rojano Rodríguez señaló lo anterior y dijo que es necesario también capacitar a los servidores públicos en el manejo de esta especie, pues probablemente desconocen cómo cuidarla de los peligros que la acechan.
De entrada, mencionó que el lagarto y el manatí no son enemigos, pues el limitado ángulo de la mandíbula del primero le impide atacarlo y “lo respeta”.
Recordó que la también llamada vaquita marina pesa un promedio de 300 kilos y es muy rápida en el agua. Existen sin embargo, factores de riesgo que demandan acciones específicas y no se han implementado, alertó.
“No se tomó ninguna acción, es una especie protegida por la Norma Oficial Mexicana NOM- 059-SEMARNAT-2010 y está prohibida su caza, lo que obliga a generar un plan para su preservación y reducir las amenazas que enfrenta en la laguna”.
El biólogo destacó que su dieta es vegetariana y no deben darle frituras, por lo que es necesario colocar letreros en la laguna del Carpintero donde se exhorte a no darles de comer a los manatíes productos dañinos.
“Yo siento que faltaron acciones concretas, precisas y encaminadas a ayudarlos, empezando por girar instrucciones para respetar su alimentación, mediante avisos; con su presencia aumentó el número de visitantes al vaso lacustre y es necesario un plan para su cuidado”.
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Riesgo latente
Otra amenaza, dijo, son los motores de las embarcaciones, que a veces los lastiman y hieren, llegando incluso a perder la vida; por ello hizo ver que la lancha turística debió suspender sus recorridos por un lapso de al menos 72 horas.
“Hace más de una semana que ocurrió el hallazgo y no has visto ni una acción, ninguna medida, una plática tan siquiera ahí, nos pueden invitar a crear concientización y hacer difusión al público general y decirle que son inofensivos, qué comen, qué representan”.
José de Jesús Rojano apuntó que según algunas voces, la presencia de manatíes significa que la laguna no está contaminada, pero considera que eso se dice “al aire” y sin estudios específicos para sustentarlo.
“Hay que reducir las amenazas que enfrenta el manatí, preguntar por ejemplo a quien opera la embarcación turística en el Carpintero si su velocidad es la misma ahora que están ellos y si ha recibido la recomendación de ir con cuidado para no dañarlos”.
SJHN