Piden que se actualice la flotilla de vehículos

El director de operaciones, Alejandro Zúñiga Alarcón, calificó a las unidades como obsoletas, antiguas y cansadas

El dirigente reconoció las necesidades, pero urge a cambiar los vehículos. Raúl Palacios
César Cubero
Monterrey /

En el marco del Día del Bombero, el director de operaciones de Bomberos Nuevo León, Alejandro Zúñiga Alarcón, reconoció que existen muchas necesidades en la institución, pero una que tiene categoría de urgente es la de cambiar las unidades con las que prestan el servicio a la comunidad, dado que, aseguró en entrevista telefónica para la plataforma MILENIO-Multimedios, ya están antiguas y sobre todo “cansadas” por los entre seis mil y 10 mil servicios que realizan al año.

“Necesidades se tienen muchas, tenemos un requerimiento urgente de actualizar nuestra flotilla vehicular, ya que las unidades que tenemos las podemos considerar obsoletas, antiguas y muy cansadas.
“Se requiere una renovación, y me refiero a un cambio, no es fácil, ya que las unidades de este tipo son de alto costo”, comentó.

Por ello, dijo, es importante que tanto la autoridad como la iniciativa privada y ciudadanos sepan o recuerden que son una Asociación de Beneficencia Privada. De tal forma, es a través del apoyo de todos como se puede tener unos Bomberos Nuevo León de clase mundial.

“Informarle a la gente que Bomberos Nuevo León es una Asociación de Beneficencia Privada, que nuestra operación está basada en las aportaciones, tanto del gobierno del estado, de los municipios y de los particulares.
“Así es como nosotros podemos dar servicio a la comunidad, por lo que les pedimos de su apoyo”, pronunció.

En cuanto a la crisis actual, la del agua, aseguró que ha sido un gran reto para los apagafuegos; sin embargo, dijo, gracias a la coordinación y el trabajo conjunto han podido salir adelante y brindar un servicio de calidad.

“No somos ajenos a la falta de agua, al contrario, realmente es una situación nueva para nosotros el tratar de cumplir con nuestra obligación con la comunidad y a la vez es un gran reto el poderlo hacer derivado de la falta de agua.
“Tenemos el apoyo del gobierno a través de Agua y Drenaje, así como de Protección Civil, tanto del estado como de los municipios, quienes hacemos un frente común para enfrentar los siniestros, y recurrimos a la iniciativa privada que nos tendió la mano”, compartió.

Derivado del tema de la sequía, agregó, en este año 2022 tienen 18 por ciento de aumento en los reportes de incendios en comparación con el año 2021.


Maquinista regia busca más apoyo de la comunidad 

Este Día del Bombero es un buen pretexto para que la sociedad sepa que en Bomberos Nuevo León hace falta un poco más de apoyo de la comunidad para superar las necesidades que tienen en esa corporación.

Anna Laura Alejos Salas, maquinista en Bomberos Nuevo León, en la estación 18 ubicada en San Pedro, dijo que sí requieren mucho equipo, por lo que invitó a los ciudadanos a visitar las estaciones, ver las necesidades y apoyar a la institución.

“Nos faltan muchas cosas, falta también que la comunidad aporte un poquito más, las empresas; sueldo no nos ha faltado, pero sí nos falta mucho equipo.
“Que vengan a conocer las instalaciones, a nosotros, y que vean las necesidades que tenemos, acercarse a la estación central y decir ‘¿qué ocupas?’, y en general, pues un gracias”, dijo.

Con tres hijos y seis nietos, Alejos Salas se siente en su mejor momento en la corporación, pues después de recibir la oportunidad de ser parte de la institución, ahora ya es ella quien opera la unidad de rescate.

“Yo comencé como paramédico en la Cruz Verde, después Protección Civil, que hace intercambios con Bomberos Nuevo León y ahí me nació la cosquillita, el comandante Guerrero en ese entonces me dio oportunidad de ser voluntaria”, comentó.

Por otra parte, Anna Laura compartió con este medio que está medio complicado manejar la unidad en el área metropolitana, sobre todo por la velocidad en la que transitan los vehículos. Y además, que su incendio más impactante fue uno hace seis años, en el que pensó que perdería la vida entre las llamas.

“Hace como seis años, en Escobedo, en una aceitera fue donde me vi entre la vida y la muerte, pero gracias a Dios salimos adelante.
“Era una recicladora, estuvo muy aparatoso el incendio, el agua se me acabó, yo me quedé en medio y me dio mucho miedo”, explicó.


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