La antigua Plaza de Gallos, en la ciudad de León, es una de las estructuras histórica que desde el siglo XVIII se conserva en la localidad y que en la actualidad funge como un recinto cultural; al edificio se le ha dado mantenimiento en las últimas décadas, esto dada la carga histórica que tiene, .
Fue la actual administración quien ha inició con su rehabilitación y adaptación, donde se ha invertido un total de 40 millones de pesos, para adaptar sus espacios y convertirlos en un lugar de provecho, sobre todo en el ámbito cultural, ya que en el recinto se busca ofrecer una diversidad de espectáculos.
Y es que el paso de los años deterioró notablemente a la plaza, toda vez que la historia del lugar data desde el año 1790, cuando la estructura contaba apenas con un nivel y era utilizada como una vivienda particular, con un almacén de granos en la parte trasera del lugar.
Años más tarde, la vivienda, ubicada en el número 316 de la calle Juárez, comenzaría a tener otros planes, pues en 1810 se construyó un segundo nivel de estructura y con esa modificación comenzó a servir como hotel, teniendo más de 40 habitaciones para los huéspedes de la época.
Para esta fecha la Plaza de Gallos contaba ya con un granero en la parte de atrás del hotel, justo donde se visualizó construir la rotonda que forma parte del ruedo de la antigua plaza de gallos.
Algunos artículos originales que se encontraban en la Plaza fueron resguardados por el instituto Cultural de León, mismos que representan la época del siglo XVIII.
Siendo uno edificios civiles más antiguos en la ciudad de León, es considerado también como único en su tipo en todo México, así lo destacó Carlos María Flores, director de Cultura del municipio de León, quien aseguró además que “es la finca patrimonial en rescate más importante de la ciudad”.
En el lugar se llevaron a cabo grandes eventos que marcaron la identidad leonesa como lo fueron manifestaciones, peleas de lucha libre, donde llegaron a presentarse incluso personajes como “el Santo” y “Black Shadow”, entre otros, y tras unos cuantos años de gloria, el establecimiento mantuvo inactivo cerca de 6 décadas.
El lugar estaba diseñado para tener al menos 600 personas, tan solo en la rotonda, además de efectuarse diversos programa culturales que se adaptan al lugar, pero e la actualidad únicamente se permite tan solo el ingreso de 300 personas, esto una vez que el semáforo estatal y las autoridades, indiquen el seguimiento.