A casi tres años y medio del inicio de la pandemia de la covid-19, la población enfrenta una crisis socioambiental que se enmarca en un clima de aumento de temperatura del ambiente, violencia y un incremento de la pobreza.
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De acuerdo con el análisis realizado por Miguel Ángel Corona Jiménez, investigador en economía y medio ambiente de la Universidad Iberoamericana Puebla, en el marco del análisis de la 'Plataforma de Acción Laudato Si', la población de menores ingresos y en pobreza se está quedando a las faldas del progreso con inseguridad alimentaria, corrupción, impunidad, violencias estructurales y migraciones forzadas.
Un año después del inicio de la pandemia, en 2021, se registró un incremento en las concentraciones de gases de efecto invernadero, nivel del mar, contenido calorífico y acidificación de los océanos; y, al mismo tiempo, se presentaron secuelas como el aumento de las desigualdades y el alza de precios de la energía y los alimentos que aumentaron los niveles de pobreza.
A pesar de que los mercados ofrecen bondades como la hiperconectividad y los avances en tecnología de punta; en medio de un aumento de la contaminación, se presenta la concentración del Producto Interno Bruto (PIB), lo que demuestra que la modernidad no es ni será para todos: los países del hemisferio norte del mundo han acaparado las riquezas, mismas que se encuentran distribuidas en pocas manos, resaló el investigador.
En su análisis, Corona Jiménez resalta que las zonas en el mundo que mayores emisiones de dióxido de carbono emite, concentran la riqueza: El 10 por ciento más rico de la población genera casi la mitad de las emisiones de CO2.
A la par, el especialista de la institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita resaltó que se está llegado a niveles de crecimiento insostenibles, basados en la acumulación de riqueza, la expansión de las brechas de desigualdad y el consumo excesivo.
“La Laudato Si’ enfatiza el fondo de esta problemática multidimensional: Nos refugiamos en un individualismo materialista: no en el ser, sino en el tener. El papa Francisco la define como una crisis socioambiental, la cual está basada en el antropocentrismo, el paradigma tecnológico-financiero, la concepción de una naturaleza infinita y el dominio de la economía sobre la política”, expuso.
Corona Jiménez destacó que la lucha por el cuidado del medio ambiente no está en contra del progreso científico ni de la competencia del mercado, sino de su uso como herramienta para el despojo y la destrucción de los ecosistemas.
Ante el panorama de contaminación, el investigador resalta la importancia de impulsar el concepto de ecología integral, una dimensión que pretende trascender las ideologías para la búsqueda del bien común para todos los seres vivos.
Lamentó que, en la actualidad, continúen las acciones del día a día que contribuyen a generar condiciones de desigualdad y a desgastar la naturaleza, ante lo cual, la clave se encuentra en limitar el consumo: “es la parte más importante porque implica disminuir los niveles de producción, pero también es la más difícil. El cuidado de la casa común nos incumbe a todos”.
CHM