Pobladores de San Gabriel Chilac reciben a sus muertos entre cohetes y olor a cempásuchil

La familia Martínez Bravo, fue una de varias que en este año presentaron la Yankuikatonali – ofrenda nueva-, para recibir a Tomás Martínez Juárez, fallecido en diciembre pasado.

Pobladores de San Gabriel Chilac reciben a sus muertos con ritual | Apolonia Amayo
Apolonia Amayo
Puebla /

Desde la mañana de este primero de noviembre, las puertas de varios hogares se San Gabriel Chilac fueron abiertas para tender los caminos de flor de cempasúchitl y colocar las ceras que estarán iluminamdo a las Yankuikatonali -almas nuevas- que regresan para estar con los suyos y disfrutar de la ofrenda que ya les espera en el altar, así viven en San Gabriel Chilac la fiesta de los muertos.

La familia Martínez Bravo, fue una de varias que en este año presentaron la Yankuikatonali – ofrenda nueva-, para recibir a Tomás Martínez Juárez, fallecido en diciembre pasado y hoy recordado por su esposa y siete hijos.

La recepción de esta alma nueva, fue toda una celebración, desde temprana hora los integrantes de la familia colocaron el altar con las ofrendas, al centro estaba la foto de Tomás Martínez Juárez, a los lados de la sala donde estaba la ofrenda, formaron dos hileras de ceras, todas decoradas.

Estas luces fueron entregadas a la familia Martínez Bravo por compadres, familiares y amigos de Tomás –Tovar- como era conocido en su pueblo, donde recuerdan al campesino que con dos toros y su arado se iba a surcar los campos, para la siembra de maíz y ajo, este último uno de los cultivos predominantes en el municipio.

Tomás era de las pocas personas que sembraban la tierra utilizando yunta, comenta su esposa Guadalupe Bravo González, solicitaban su servicio porque sabían cómo trabajaba, como hacer el surco, por eso ahora lo recuerdan en su primera ofrenda y las ceras que llegaron a su hogar, son una prueba del aprecio que le tenían.

Así como en el domicilio de la familia Martínez Bravo, otras tantas más que perdieron a un ser querido y es la primera vez que le ofrendan a su alma que los visita, a partir de las doce del día, se escucha la detonación de cohetes, junto a la ofrenda, los familiares toman el sahumerio y ahúman el altar con el incienso para purificar el alma, que de acuerdo con el dogma, llego siguiendo el camino que fue formado con pétalos de flor de cempasúchil desde la puerta principal del que fue su hogar, hasta el altar.

Los rezos y las alabanzas son parte del recibimiento que dan a sus muertos este primero de noviembre, día en que las familias se reúnen para recordar a quienes se fueron en ese largo peregrinar del que quizá en otra ocasión se vuelvan a encontrar.

AAC

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