Los poblanos se dieron cita en los panteones para recordar a sus padres, llevar flores, hacer arreglos en sus lápidas y pasar con ellos el Día del Padre, pues señalaron que aunque ya no están físicamente su recuerdo quedará marcado para siempre.
En un recorrido realizado por Multimedios en el Panteón Municipal de la capital se pudo apreciar cómo es que los poblanos llevaban flores, palas y picos para adornar los sepulcros de cada uno de sus familiares.
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Asimismo, había quien llevó bocinas o guitarras para entonar las canciones favoritas de los difuntos, así como también quien le dejó a sus familiares sus chocolates favoritos o hasta su bebida predilecta.
Algunos testimonios recabados por esta casa editorial mencionaron que era lo menos que podían hacer por la persona que formó y educó, además de recordarlo siempre, pero en específico en este momento y en este día.
También señalaron que si bien no tuvieron un padre biológico, siempre hubo una figura paternal que los arropó y es a quien vienen a visitar en este día para conmemorar su vida.
Por otra parte, también hubo quien fueron toda la familia, pues tienen como tradición irse a tomar una foto familiar y convivir en la tumba de sus familiares, ya que en la misma zona había más de una persona que estaba sepultada en esa zona.
A su vez, dijeron que no solo este día se tenía que venir a hacer este tipo de arreglos a las tumbas o recordar a sus padres, sino que también tendrían que hacerlo en la vida cotidiana y en cada situación que se encuentren.
A decir del personal del campo santo, si bien hay mucha gente que acude este día del padre, no se compara con la afluencia que hay el 10 de mayo, a pesar de que en ocasiones ese día cae entre semana y es día laboral.
Hay que recordar que para esta fecha y al igual que en el día de las madres, el Ayuntamiento capitalino implementó un operativo con vehículos de rescate y elementos que agilizaban el tráfico de la zona.
CHM