Los fieles católicos, encabezados por el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, celebraron el 315 aniversario del arribo a Puebla de la imagen de Nuestra Señora de la Soledad y los 275 años de su entrada a su templo.
El líder de la grey católica encabezó la misa dominical en la Catedral Basílica de Puebla en la que agradeció a la virgen por los favores concedidos y pidió porque regrese un clima de armonía y paz al país y a todos los estados.
De la misma forma, los fieles católicos procesionaron con la imagen de la virgen desde la Catedral y hasta su templo en la Parroquia del Sagrario Metropolitano, Templo de Nuestra Señora de la Soledad, en la Calle 5 Norte entre 10 y 12 Poniente, en el Centro Histórico de Puebla.
“Hoy celebramos la fiesta de Jesús de las Maravillas; empieza, también, nuestro camino por los viernes penitenciales, en los que solemos visitar algún santuario de algún Cristo sufriente, de alguna virgen dolorosa. Hace unos días, hemos celebrado los 315 años de la llegada de esta imagen tan hermosa de la Soledad y que es una de las imágenes que peregrinan el viernes Santo, las siete imágenes que procesionan el viernes Santo en nuestro recorrido que hacemos en la ciudad de Puebla. Saludo a las cofradías aquí presentes”, destacó.
Durante la celebración participó la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y las hermanas Carmelitas Descalzas, quienes forman parte de las primeras comunidades en resguardar la imagen de la Virgen de la Soledad cuando la trajeron de España a México.
En la misa fueron expuestas las manos que originalmente tenía la imagen de Nuestra Señor de la Soledad; sin embargo, al llegar a México se desalinearon y fueron cambiadas por las que ahora tiene. Las denominadas manos originales son conservadas por las Monjas Carmelitas Descalzas.
“En primer lugar, celebramos la llegada a nuestra ciudad de la imagen de Nuestra Señora de la Soledad el 12 de Febrero de 1708. Además, también celebramos el 275 Aniversario de la dedicación de su actual templo por el Obispo Don Pantaleón Álvarez de Abreu”, informó la arquidiócesis de Puebla.
De la misma forma, la diócesis que encabeza el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, destacó que la imagen conjuga piedad, gratitud, generosidad y fraternidad a la vez. La tradición católica establece que, a solicitud de Manuel de los Dolores, un devoto sirviente en la casa del Conde de Casalegre, se pidió para Puebla la llegada de la imagen de la Virgen de la Soledad, lo cual, sucedió en 1708, hace 315 años.
El obispo Manuel Fernández de Santa Cruz, mandó la formación de una Escuela de Cristo para la instrucción en la doctrina y ejercicios de penitencia y piedad de la feligresía, por ello, hace 275 años, la imagen pasó al templo en el que hoy se ubica.
“Al paso de los años, como la devoción a nuestra Señora de la Soledad creció mucho, fue necesaria la construcción de un nuevo templo, la cual corrió a cargo del canónigo Juan Francisco Vergalla. Así, con la colaboración de muchos devotos que aportaron, unos dinero y otros su trabajo, fue posible que el 26 de Febrero de 1748 entrara la imagen de Nuestra Señora de la Soledad a su nuevo templo, acompañada esta vez por las primeras cuatro monjas del naciente Carmelo de la Soledad y una multitud de fieles de las diversas cofradías y hermandades de la época”, destacó la arquidiócesis poblana.
AAC