En Puebla, la reducción del consumo de la electricidad por el cambio de horario es de 10 por ciento en promedio en los hogares en este 2021; sin embargo, los ahorros son menores en comparación con los años anteriores a la pandemia del covid-19, cuando en las viviendas se registraban reducciones de hasta 30 por ciento.
Actualmente, en las viviendas de la mayoría de los poblanos no se percibe una disminución en el consumo de electricidad ni una reducción en los recibos de luz eléctrica que se pagan a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) porque en medio de la pandemia, se registró un aumento del consumo de energía de hasta 70 por ciento.
De acuerdo con el análisis realizado por Francisco Javier Sánchez Ruiz, investigador de la Maestría en Energía de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la Universidad Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), sobre el uso de energía durante la pandemia del covid-19, desde marzo de 2020, cuando comenzó el confinamiento, en las casas, los recibos de energía eléctrica aumentaron, principalmente, en aquellos hogares en los que fue superado el rango de consumo básico.
De acuerdo con datos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), los usuarios pagan en el rango de consumo básico, pagan 0.837 pesos por cada uno de los primeros 75 kilowatts-hora; mientras que, en el consumo intermedio, se pagan 1.012 pesos por cada uno de los siguientes 65 kilowatts-hora; y después de 122 kilowatts-hora se paga el consumo excedente a 2.962por cada kilowatt-hora adicional a los anteriores.
En una vivienda en la que el consumo de energía eléctrica es mínimo, se paga un peso por cada kilowatts-hora; mientras que, si se hace un alto consumo, el excedente, se paga al triple, ante lo cual, en tiempos de pandemia, diferentes familias vieron que su recibo de electricidad creció exponencialmente.
“De acuerdo con el estudio que estamos haciendo en la Maestría en Gestión de Energía, los hogares poblanos están registrando consumos de alrededor de 110 kilowatts-hora por mes. Estamos hablando de que se tienen 220 kilowatts-hora por bimestre, esto implica, en que gran parte de las viviendas están cerca de pasar al consumo excedente, con lo cual, los precios aumentan. En algunas casas, gran parte del consumo de energía se cobra como tarifa comercial, con ello, si una vivienda venía pagando 200 pesos mensuales, al superar el consumo básico, el recibo se puede disparar a más de 500 o 600 pesos”, destacó.
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El horario de verano y la lucha por ahorrar energía
En México, el Horario de Verano se implementó en año 1996, mediante un decreto presidencial. Del segundo domingo de marzo al primer domingo de noviembre, se aplica en los 33 municipios de la franja fronteriza norte.
A nivel nacional, el Horario de Verano inicia el primer domingo de abril al último de octubre, con excepción del estado de Sonora, que conserva un solo horario durante todo el año, a la par que el estado de Quintana Roo.
De acuerdo con el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FID), con el horario de verano, en el país se registra un ahorro de 945.29 gigawatts que serían suficientes para abastecer el consumo de 592 mil 240 casas habitación durante todo un año, con un consumo promedio de 266 kilowatt hora al bimestre.
Ante inicio del horario de Verano 2021 el pasado 4 de abril, las viviendas poblanas no verán reflejado un ahorro de forma inmediata en los recibos, aunque sí se presente una disminución del consumo de electricidad, comentó Francisco Javier Sánchez Ruiz, investigador de la Maestría en Energía de la Upaep.
La percepción de que no se disminuye el consumo de electricidad aumenta porque el recibo de luz llega desfasado. En general, los recibos de luz llegan a las viviendas con cobros de consumo de tres meses atrás, es decir, cuando inicia el horario de verano, en el mes de abril como sucede este año, en realidad, se está pagando el consumo de enero, ante lo cual, no se aprecia una reducción en los pagos.
“Cuando se hace el cambio de horario, se paga lo que se consumió en el bimestre de diciembre-enero, entonces, el consumo fue elevado. En navidad se tuvieron encendidas las luces, se ocupó más la luz en las noches, se ocupó el clima o calentadores en mayor medida. Todo eso provoca que el consumo aumente y como se paga en abril, justo cuando inicia el horario de Verano, no existe una percepción de ahorro sino de un mayor pago”, apuntó Sánchez Ruiz.
En entrevista para MILENIO Puebla, el investigador explicó que en este 2021, los ahorros en energía eléctrica y la reducción del costo de los recibos por el horario de verano, se podrían presentar en el bimestre septiembre-octubre. El problema es que, en este año, se mantiene el trabajo y las clases a distancia.
“Ante la pandemia de la covid-19, en las viviendas se hace un alto consumo de energía eléctrica. En Puebla, la mayoría de las viviendas está por encima del consumo básico. Al estar por encima del consumo básico, disminuye el subsidio del gobierno hacia el pago de la luz eléctrica”, apuntó.
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Ahorro de energía y uso de luces led, clave para reducir costos en tiempos de covid-19
Ante el trabajo a distancia y las clases en línea, la clave para reducir costos en los recibos de luz eléctrica se encuentra en buscar alternativas para ahorrar y en sustituir las luces tradicionales por tipo ahorradores; así como en renovar refrigeradores y otros aparatos.
Francisco Javier Sánchez Ruiz, investigador de la Maestría en Energía de la Upaep, comentó que la energía eléctrica se debe utilizar de forma consiente, ante lo cual, es necesario la revisión de hábitos como dejar luces prendidas todo el tiempo o mantener encendidas las computadoras cuando no se están ocupando.
“Es necesario disminuir el consumo de energía eléctrica de manera interna y, únicamente, solo ocuparla en momentos en que son esenciales. Ahora, tenemos todo el día la computadora encendida y la tenemos conectada a la luz eléctrica. Es importante, usar lo más posible la luz natural, evitar usar la luz artificial. Es importante cambiar todas las bombillas por luces de tipo ahorradores. Hay luces que dan la misma cantidad de luz, pero consumen hasta seis o siete watts. No es mucho el consumo y da la misma cantidad de electricidad. Un elemento que es fundamental para generar ahorros es evitar el uso de ventiladores o el aire acondicionado lo más que se pueda”, apuntó.
En los hogares, el refrigerador es uno de los equipos que más energía eléctrica consumen, ante lo cual, las familias deben cuidar que esté operando a no menos de 10 centímetros de la pared y que la parrilla de enfriamiento, esté totalmente limpia.
“El refrigerador es uno de los equipos que más energía eléctrica consumen. Es importante revisar que el equipo esté a no menos de 10 centímetros de la pared y que la parrilla de enfriamiento esté totalmente limpia. Con ello, disminuimos el consumo de carga eléctrica. Un refrigerador de más de 20 años, ya está consumiendo demasiada energía y conviene renovarlo”, apuntó el investigador.
Cambio de horario no funciona sin participación de sociedad para ahorrar consumo de energía: Ibero
El horario de verano tiene sentido y se traduce en un ahorro en el consumo de energía eléctrica, aunque la población no lo sienta en el recibo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), destacó María Eugenia Ibarrarán Viniegra, directora del Instituto de Investigación en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga (IMAXG) de la Universidad Iberoamericana Puebla.
“Los ahorros se están generando, pero todo depende del comportamiento de las personas. El cambio de horario por sí solo no tendrá ningún impacto si no reducimos nuestro consumo. Si seguimos dejando prendidos los focos, aunque no se necesite la luz, no habrá ningún tipo de ahorro”, comentó.
Señaló que la disminución del consumo de electricidad se traduce en beneficios para toda la sociedad porque disminuyen los contaminantes durante su producción en los casos en los que se utiliza combustóleo pesado.
“En México, la reducción del consumo de energía ayuda a todos, tanto en el proceso de producción como en los hogares. Ahora, tenemos que presionar para que la producción no sea con combustóleo pesado. El problema es que la CFE no está viendo hacia la producción con energía renovable. En México, por la terquedad de Pemex, se tiene que utilizar el combustóleo porque no hay mercado”, apuntó.
En entrevista para MILENIO Puebla, la especialista en temas ambientales de la institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita explicó que el usuario final mantiene su actitud de no realizar ahorros de energía y sigue con los focos encendidos en todo momento, no existirá ninguna posibilidad de que se reduca el consumo de energía eléctrica.
“Si uno sigue con la actitud de prender la luz en donde no se necesita, el consumo no cambia. Si seguimos focos y equipos de alto consumo, entonces, nada cambiará. Por eso, son importantes los precios en el consumo de electricidad que nos dan señales de la importancia de ahorrarlo. La gente no ahorra, si las cosas no le cuestan. La meta debe ser el uso de focos y equipos de bajo consumo de energía, ya sea con paneles solares a partir de las dimensiones de las casas”, apuntó.
La investigadora de la Ibero Puebla resaltó la importancia de que en las normas mexicanas se impulsen acciones para un ahorro de energía; sin embargo, advirtió que la reforma a la Ley Eléctrica puede traer problemas en materia de medio ambiente.
“Actualmente, la producción de electricidad produce gases de efecto invernadero que impactan en el cambio climático, problema que a todos nos afectan. Las acciones individuales que tomemos, serán muy importantes para todos”, expresó Ibarrarán Viniegra.
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