Peregrinos poblanos, originarios de San Bernabé Temoxtitla, Tecemachalco y la Ciudad de México, acudieron con devoción a visitar y agradecer por los milagros concedidos al patrono de las personas con discapacidad, el Niño Cieguito, en el Templo Conventual de San Joaquín y Santa Ana, también conocido como la iglesia de las Capuchinas que se ubica en el Centro Histórico de Puebla.
En entrevista para MULTIMEDIOS Puebla, Ernesto Martínez, el padre del templo, explicó que en este recinto religioso, veneran esta imagen del niño cieguito, al que le arrebataron sus ojos, por lo que le escurren lagrimas de sangre por sus mejillas, representando el dolor de perder su visión.
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"Unos malechores querían robar los ojos de esta imagen del niño, sus ojos eran color esmeralda los malechores querían despojar esos diamantes, le despojaron los ojos, pero esto retribuyo en algo negativo para ellos y la imagen por ese crimen que se cometió, se dice que brotaron lagrimas de sangre", explicó el líder religioso.
Con sus imágenes religiosas en cuadros, escapularios, veladoras y con su fe puesta en el niño cieguito, llegaron al recinto para agradecer por los milagros de devolverles la vista, hacerlos candidatos a una cirugía y hasta revertir diagnósticos de miopía y astigmatismo.
La familia del señor José Juárez, viajó desde la San Bernabé Temoxtitla a la capital poblana, para pedir por la salud de su esposa, quien hace cinco meses se sometió a una cirugía y se le complicó la recuperación, sin embargo, desde hace dos meses, acuden para rogarle que le devuelva la visión al cien por ciento.
"Ya se siente mejor, va muy despacio pero si se siente un poquito mejor, sobre todo que conserva la tranquilidad, antes como que se desesperaba porque no sentía mejoría y apartir del tiempo que venimos aquí con el niño cieguito, ya siente mejoría muy despacio pero siente la mejoría",dijo en entrevista.
Tras acudir a la misa, los asistentes se trasladaron a la zona de comida, en donde deleitaron antojitos mexicanos, tamales, atole, postres, fruta, dulces típicos y rompope que elaboran las monjas capuchinas.
AAC