A pesar de que contaban con comida en exceso picosa y bebidas de preparación “espirituosa” —porque aseguran que le regresa el espíritu al cuerpo—, poca demanda registraron las áreas de comida del mercado Ignacio Zaragoza y El Alto, también conocido como Garibaldi, durante la mañana del 16 de septiembre.
Tras años de recibir a los trasnochadores del Grito de Independencia para curar la resaca o bien “seguirla”, en esta ocasión fueron contados los comensales que se dieron cita en dichos recintos de abasto.
En el primer caso ni media docena de parroquianos ocupaban las mesas del área de comida, donde a la vista llamaba la atención las cemitas preparadas de milanesa que estaban en exhibición y las cazuelas de pipián verde y mole poblano.
“Pero también tenemos caldo de pescado y camarón y una cervezas bien heladas”, comentó María N., empleada de uno de los locales quien confió que después del mediodía acudieran los clientes para hacerles la vendimia.
“Hoy sí estuvo muy bajo. Pero así ha estado todo el año y quién sabe cómo estará después”, mencionó.
Lamentó que la competencia desleal que se ha registrado en la zona les aumente la merma.
“Dese una vuelta por las colonias de aquí y va a encontrar a muchos afuera de su casa vendiendo micheladas y aquí mismo, allá afuera —señala con el dedo índice de la mano derecha rumbo a la calle Valladolid— hay dos puestos vendiendo micheladas y pues todo eso nos afecta a nosotros”, añadió.
Reprochó que por la alta demanda, los precios de la cerveza preparada hayan bajado tanto. “Algunos casi la regalan”.
En tanto, en El Alto, donde es posible contratar mariachis, tríos o grupos norteños, salpicados eran los clientes apostados en las mesas que cubren la loza central del edificio que se construyó en 1930 y cuyo barrio era considerado el corazón de la ciudad fundada por los españoles el 16 de abril de 1531.
Ahí, a diferencia del centro de abasto, solo comida y bebidas alcohólicas es lo que se ofrece a los visitantes.
Por ello, es que los clientes mostraban mayores signos de desvelo y “deshidratación”.
mpl