Desde las 5 de la mañana lo único que se percibe en este tramo de la avenida San Lorenzo en Iztapalapa es la silueta de una larga hilera de carrozas funerarias y algunos autos particulares. Son de personas que buscan un lugar para sus muertos en el crematorio del panteón Civil San Nicolás Tolentino.
La hilera (a la que no se le ve el fin en medio de la oscuridad) muestra la saturación del más grande de los 10 cementerios de está alcaldía, que es, a su vez, es la más golpeada por la pandemia por Covid-19 en la lista de alcaldías y municipios de todo el país con más de 50 mil casos y una taza de letalidad de 7%, de acuerdo con el Informe Técnico Diario COVID-19 México de la Secretaría de Salud.
Aquí los trabajadores no se dan abasto, hasta 90 servicios funerarios alcanzan a prestar al día, sus 4 crematorios están a tope y la fila de carrozas se mantiene en todo el día, de acuerdo con Gloria Martínez, jefa de unidad departamental y servicios funerarios alcaldía Iztapalapa.
Serik es el joven conductor de una carroza de la Funeraria de Jesús, apenas ronda por los veinte años y a pesar de su juventud se le nota cansado. “La verdad hemos estado muy saturados en el trabajo ya van noches que nos vamos formando aquí, llegamos desde las 8 de la noche, nos formamos toda la noche hasta el siguiente día; aquí nos quedamos a velar toda la noche, a desvelarnos.
“Lo que necesitamos nosotros es como que abran más horarios de crematorios, para lo mismo, para no estar velando aquí, es muy cansado”.
Las imágenes afuera del Panteón Civil San Nicolás Tolentino también confirman la razón por la que fue ampliado el semáforo rojo en la Ciudad de México hasta el 17 de enero. Los servicios funerarios están saturados.
Gloria Martínez responsable del área de Servicios Funerarios en esta alcaldía hace cálculos, dice que antes de la pandemia tenían poco más de 10 servicios de este tipo, a lo sumo llegaban a 20, pero en estos días ese número aumentó hasta 3 veces más.
“Estamos teniendo aproximadamente entre 80 y 90 servicios diarios de los cuales el 75% son por covid, el otro 25% son por muerte de otra naturaleza; ahora son más los servicios funerarios que se están prestando que en el mes de mayo o el mes de junio del año pasado.
“No únicamente llegan personas de Iztapalapa, llegan de toda el área metropolitana y en cremaciones estamos saturados, ya tenemos todos los servicios otorgados. De hecho, la gente llega a formarse desde las 5 de la mañana para ocupar un espacio en cremaciones”.
A este escenario se suma el hecho de que por la misma contingencia sanitaria no se pueden realizar servicios funerarios con la presencia de los deudos, lo que provoca dolorosas estampas de despedida a las puertas del panteón y una legítima preocupación de todos los empleados de este cementerio.
La carroza roja, conducida por Serik abre su portezuela trasera y un grupo de mariachis empieza a cantar el famoso tema compuesto por Juan Gabriel “Amor eterno”, los familiares se abrazan y lloran la pérdida, avanzan hasta la puerta del cementerio y tras los portones que se cierran dan el último adiós a su muerto.
Gloria Martínez dice que aquí ya no hay manera de evadir la realidad, esto es lo que está realmente sucediendo en la ciudad. Pero antes de recomendarle a la gente que se cuide para parar los contagios y las muertes hace otro llamado urgente.
“Haríamos un llamado a la autoridad federal porque también los chicos que están aquí, los guardias, el área administrativa los propios panteoneros necesitan la vacuna. Nosotros, así como trabajamos con los difuntos trabajamos con los familiares y trabajamos con las funerarias; o sea, son 3 las partes que nosotros vemos y los atendemos.
Más allá se desata una trifulca, una familia no se conforma con decirle adiós al patriarca de la familia ahí en la calle y empieza a pelear con los vigilantes del cementerio.
“Es difícil porque los familiares quisieran pasar todos, todas las personas que quieren despedir a su familiar. Yo creo que hasta se andan peleando por querer pasar y no pueden. No los dejan”, dice Armando Guerrero quien perdió a su suegro el día de ayer.
bgpa