Dentro del libro titulado 'Poesía, Simbolismo, Historia y Tradición' del Dr. José Eduardo Vidaurri Aréchiga, en el contenido de las páginas 11 y 13, se explica que el sexto viernes de la celebración de Cuaresma es conocido como el Viernes de Dolores.
Este día se basa en venerar a la Virgen de los Dolores, recordando los sufrimientos que padeció la madre de Cristo. En el estado de Guanajuato, la imagen de María en su advocación de la Virgen de los Dolores llegó aproximadamente en épocas coloniales o virreinales, esto a finales del siglo XVI o principios del XVII.
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Eduardo Vidaurri señala que, en las páginas 15 y 16, un altar a la Virgen de los Dolores en los portales del Ayuntamiento de Guanajuato, a partir del año 1761, funcionó como un referente para la tradición del Viernes de Dolores en la entidad.
Don Manuel Leal, escritor y pintor guanajuatense menciona que, durante el año 1885, cuando se comenzó la celebración del Viernes de Dolores en Guanajuato, las personas adornaban altares llenos de flores para recordar el sufrimiento de la Virgen una semana antes de la crucifixión de su hijo.
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¿Qué elementos se colocan en un altar a la Virgen de los Dolores?
Por tradición, un altar que se coloca en dedicación a la Virgen de Dolores, debe ser puesto en puertas, fachadas, o a las afueras de los hogares o negocios.
Los elementos más comunes dentro de un altar a la Virgen de los Dolores son de manera primordial las flores, que tengan escalera, los clavos, las siete dagas, los vasos de 7 colores diferentes ya que cada uno de ellos representan un dolor de la madre de Cristo, naranjas pintadas, plátanos pintados, así como la imagen de la Virgen y de Cristo crucificado, todo esto en forma de escalinata.