¡Con las posadas no! Covid-19 no detiene producción de piñatas en Xochimilco

Algunos capitalinos continúan realizando compras de sus piñatas y objetos para adornar sus casas durante esta temporada.

Venta de piñatas | Cuartoscuro
AFP
Ciudad de México /

Si hay algo que no puede faltar en las posadas mexicanas, son las piñatas. Este tradicional objeto sigue siendo una parte fundamental de las celebraciones y pese a la pandemia por coronavirus, la venta de este producto no cesa en los talleres de Xochimilco, así lo confirmó Yuridia Torres, administradora de uno de estos lugares situado en el sur de la Ciudad de México.

"Las posadas se pospusieron, pero hay personas que celebrarán las fiestas decembrinas sólo con la familia", dijo a la AFP Yuridia Torres.

El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró este miércoles su llamado a "sólo salir a la calle por lo indispensable" durante el fin de año.

"No fiestas, reuniones o posadas", insistió por su parte la alcaldesa de la capital, Claudia Sheinbaum.

El cumplimiento o no de las recomendaciones se verá a partir de este miércoles, cuando comienzan los nueve días de posadas.

Mezcla de costumbres religiosas e indígenas, esta tradición que evoca el nacimiento de Jesús transcurre en casas o calles, que pueden terminar convertidas en verbenas llegando a reunir a miles de personas.

Aunque las posadas no están expresamente prohibidas, las autoridades capitalinas consideran la posibilidad de multar a quienes realicen fiestas de más de diez personas.

Con sus variadas formas, colores vivos y elaboradas con barro o cartón, las piñatas son un elemento central de esta festividad. Los participantes, con los ojos vendados, las golpean con un palo hasta hacer caer su relleno, por lo general dulces y frutas.

En Xochimilco, donde la vida de las comunidades originarias está estrechamente ligada a las tradiciones, algunos intentan encontrar un punto medio, como Hilda Varela, que realizará su posada a través de Facebook.

Esta doctora de 66 años se preparó durante diez meses para ser anfitriona de la celebración en honor al Niño de San Juan. 

"Por tradición, no puedes cerrar la puerta a Dios. Aunque sea virtualmente, la haremos", cuenta a la AFP.

Otro elemento que no puede faltar en las fiestas navideñas es la flor de Nochebuena, de herencia prehispánica y alargados pétalos rojos.

Su nombre en la lengua indígena náhuatl es Cuetlaxóchitl, que significa "flor que se marchita". Este año se han vendido en México 16 millones de matas, según la Secretaría de Agricultura.

"Temimos que se cayeran las ventas, pero gracias al consumo local casi vendimos 30 mil plantas", cuenta Édgar López, administrador del invernadero San Marcos.

En contraste, Julieta López, comerciante de piñatas y Nochebuenas en Xochimilco, ha visto ralentizarse sus ventas y teme que empeoren ante posibles restricciones.

Con 129 millones de habitantes, México registraba hasta el martes 115 mil 099 muertes por covid-19 desde el inicio de la pandemia.

FS

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