“La mejor forma de transmitir tu pasión por algo es poder compartirla con el mundo”, este es el ingrediente que María José Rivero Benítez agrega a cada postre que elabora desde su niñez y que la llevó a estudiar Artes Culinarias, con especialización en repostería en “Le Cordon Bleu” en París. Como resultado, ahora impregna en cada una de sus creaciones un sabor inigualable y aroma exquisito con mucha versatilidad.
En entrevista con MILENIO Puebla, María José narró que la repostería no es fácil, pues se necesita pasión y dedicación para que cada postre sea único; sin embargo, gracias a su espíritu emprendedor y sus ganas de compartir sus habilidades, decidió abrir un espacio que lleva su nombre: “Postres María José”, donde las personas pueden compartir y pasar un momento agradable. “El lugar puede ser para venir con tu novio, tu esposo, tus amigas, con un familiar, incluso tú solo o sola para disfrutar un ratito y consentirte”, compartió.
María José explicó que antes de tener dos establecimientos e impulsar su empresa, preparaba postres en su casa y los entregaba a domicilio. Sin embargo, su talento y toque especial la ayudaron a abrir un primer local, pero la meta no llegó ahí, sino que impulsó su empresa y ahora busca tener más espacios para que los poblanos puedan probar sus creaciones.
“Inicié en mi casa, ahí preparaba mis postres. Tenía algunos clientes a los que les llevaba su pedido a domicilio y después decidí abrir un espacio al público. Empecé con un local donde tenía la cocina y poco a poco fui creciendo, ahora tengo dos sucursales, un centro de producción y esperamos seguir abriendo puntos de venta”, mencionó.
El sabor del amor
El pastel de nutella, los macarrones, alfajores y la rosca de matcha son las especialidades de la joven repostera, sin embargo, también oferta un minicake de cada postre, producto que está destinado para que el 14 de febrero las parejas, las amistades o familiares disfruten juntos, no obstante, a decir de María José, en esta fecha es indispensable pasar tiempo y disfrutar con uno mismo.
En su postrería, ubicada sobre la Vía Atlixcáyotl local 114, planta baja, se puede disfrutar de una rebanada de pastel o un minicake acompañado por alguna bebida fría o caliente por solo 120 pesos. Además, cuenta con servicio a domicilio, por si se desea disfrutar de manera íntima.
Por último, María José explicó que lo que hace especial, única y diferente a su empresa es que todo está hecho con amor, pues ella tiene muchas ganas de compartir con la gente lo que ama y busca que quienes acudan encuentren en su establecimiento un espacio para convivir: “Me encanta crear espacios para que la gente conviva con sus seres queridos y con ellos mismos, para mí eso lo hace mágico”, expresó.
AAC