Dentro de las diversas afectaciones a la salud mental, el desarrollo de pensamientos o ideas suicidas es una de las más graves, y en semanas recientes, el grupo social que más atención ha requerido por este tema fueron menores de entre 9 y 13 años de edad, de acuerdo con Guillermo Rocha González, coordinador del Departamento de Atención a Urgencias de la Unidad de Servicios Psicológicos de la Universidad Autónoma de Nuevo León
Durante su participación en el programa Cambios, conducido por Víctor Martínez, el especialista indicó que se trata de un escenario que “como nunca” se había presentado en el área bajo su cargo.
“Como nunca, estas semanas en el Departamento de Urgencias de la Facultad de Psicología hemos recibido casos relacionados a pensamientos o intentos de suicidios, y nuestro rango principal fueron niñas y niños entre 9 y 13 años.
“Antes de la pandemia el rango fuerte estaba entre los 19 y 24 años, durante la pandemia se fue a la edad laboral, se fue a 25 a 39 años las crisis suicidas; ahora (en) postpandemia volvemos al tema de los jóvenes, pero se ha ampliado”, lamentó.
Detalló que hay diferentes factores para ello, sobre todo la dificultad para lidiar con el día a día, con las exigencias en casa, en la escuela, o los conflictos como el bullying, el acoso escolar, el maltrato; también enlistó como causa la sensación de los menores de no poder con lo que se les está pidiendo o no ser lo que ellos quieran ser.
“Entonces se ve el suicidio como una opción, que nunca será una opción adecuada, y se junta con esta dificultad para encontrar otras soluciones, y entonces su única solución se convierte en el suicidio”, precisó.
En ese sentido, Manuel Gardea, coordinador del Departamento de Psiquiatría del Hospital Universitario, consideró un factor principal las expectativas irreales que se generan a causa del entorno o por lo que se ve en redes sociales.
“Creo que se empieza a caer, de alguna manera, en estándares irreales a partir de lo que vemos en redes sociales, o de la información que recibimos en el entorno de la escuela y el entorno social.
“Y esas expectativas irreales acaban generando también una sensación de mucha presión”, comentó.
Por su parte, la psicoterapeuta Elsa Delgado coincidió en que han ido al alza las sesiones por temas relacionados con el suicidio.
“Hay cada vez más pacientes que ocupan más sesiones y cada vez a edades más jóvenes y con mayores casos de ideación suicida a edades más jóvenes”, mencionó durante su intervención en la transmisión.
Una recomendación es platicar con los hijos, de los temas de los hijos, dado que, dijo, los jóvenes pasan muchas cosas y nadie se da cuenta.
“A veces hay quien dice: ‘Ya no quiero estar aquí’, ‘Me voy a morir’, ‘Dejaré de ser una carga’, ‘Un día ya no van a batallar conmigo’, ‘Ya no puedo’. Hay diferentes formas, directas o indirectas de expresar algún tipo de ideas referentes al suicidio.
“Las estadísticas son complicadas pero muy realistas, la verdad es que no es alentador los números, pero siempre me gusta resaltar que una vez que se atiende, se detecta, el pronóstico es favorable”, finalizó Guillermo Rocha González.
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