Edmundo Errat Cruz resultó herido por un disparo de arma de fuego a las afueras de la sede nacional del PRI el martes pasado, acción por la cual responsabiliza al ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, y a la militante del tricolor, Nallely Gutiérrez, y asegura que al menos otro de sus compañeros resultó herido de bala y, otros cinco, golpeados.
En entrevista para MILENIO, el joven de 20 años cuenta que forma parte de la Red Jóvenes por México y que el martes salió a marchar para apoyar a la dirigencia nacional del PRI, acompañado de amigos de esta organización; sin embargo, un grupo de personas con palos y otros objetos en mano comenzaron a insultarlos e, incluso, los amenazaron de muerte.
“Alrededor de las seis de la tarde estábamos un grupo de jóvenes, en su mayoría madres, padres, hijos, bebés, abuelos también y muchos jóvenes de entre los 18 y 25 años, entre ellos yo. Iba ser una marcha pacífica hacia el CEN, íbamos caminando y gente de Ulises Ruiz y Nallely Gutiérrez ya estaba armada con palos, petardos, pistolas, piedras, ya no era gente, ya eran asesinos. Nos dijeron que ya nos llegó nuestra puta madre y que ya nos van a matar, así, literal nos lo estaban gritando”, explicó.
Contó que, al escuchar las detonaciones, él y los demás integrantes de la movilización comenzaron a correr para resguardarse y, en su caso, se ocultó cerca de una estación del Metrobús junto a otros jóvenes. Fue allí cuando se percató que había recibido un balazo.
“Yo cuando vi que la gente se detuvo y dejó de correr, pues me detengo a tomar aire y en ese momento siento unas ganas horribles de vomitar, lo que escupí fue sangre y más gente que yo conocía, que están en el movimiento, me preguntaron si está bien, les digo no, siento un golpe muy fuerte aquí en las costillas, el hombro me ardía mucho”, contó.
Comentó que, debido a la adrenalina, no se percató que estaba herido desde el primer momento “por la adrenalina y el momento no me percaté, me dolía mucho pero ya no me percaté”, dijo.
Paramédicos de la Cruz Roja y policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) verificaron que contaba con una herida de bala; por lo que inicialmente fue trasladado al Hospital Rubén Leñero y, ante la falta de instrumental, fue trasladado al ABC de Santa Fe, para poder practicarle la cirugía necesaria.
Comentó que en el primero de estos hospitales, seis de sus compañeros fueron atendidos luego de la marcha, entre ellos dos mujeres y cuatro hombres, siendo uno de estos últimos quien también recibió un balazo “que le atravesó todo el cachete”.
Posteriormente, a Edmundo le practicaron una resonancia magnética y esperó la valoración de los médicos, ya que al momento de recibir el balazo, el proyectil chocó con dos costillas, ocasionando un impacto en el pulmón.
“Tuve una resonancia magnética donde al parecer se ve una mancha y no saben si es líquido o es un coágulo. Esta bala choca con mis costillas y las dos las destroza, quedan fracturadas salvándome la vida y alojándose en mi hombro izquierdo, donde ayer (el miércoles) a las seis de la tarde fue retirada. Evita eso, que yo muera, un milímetro más y no estaría aquí contándote esto”, resaltó.
Edmundo continúa a la espera de que el médico le diga cuántos días más permanecerá en observación y cuál será el tratamiento a seguir; sin embargo, puntualizó en hacer responsables de su estado de salud y la de sus compañeros a Ulises Ruiz y Nallely Gutiérrez.
“Pues yo nada más los quiero hacer responsables (Ulises Ruiz y Nallely Gutiérrez), que sepan que por una orden que dieron a esas personas yo pude morir, y no es juego, porque en esa protesta pacífica que nosotros hicimos venían bebés, madres, abuelos”, advirtió.
LP