El programa Lobo nació en 1997 con el objetivo de ayudar a los jóvenes, principalmente a varones que pertenecían a bandas, y brindarles herramientas para la vida; sin embargo, se ha convertido en un espacio que también ya es ocupado por mujeres con estas características.
Mariana Enríquez, directora del programa, comentó que en la actualidad atienden a unos 200 jóvenes cada bimestre; de los cuales, el 50 por ciento son hombres y el otro 50 por ciento son mujeres, que algunas ocasiones son las parejas de los jóvenes que integran las bandas, familiares o sólo que tienen algún vínculo con estas agrupaciones.
“Casi siempre son la mitad, buscamos trabajar en hombres como en mujeres, las necesidades son completamente distintas y los procesos de vida son completamente diferentes, y anteriormente Lobo estaba dedicado mayormente a varones, consideramos actualmente que las mujeres tienen que estar sí o sí en todos los espacios”, dijo.
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Explicó que actualmente el programa sigue trabajando con jóvenes que pertenecen a bandas, pero que en los últimos años se amplió también para jóvenes que se desarrollan en colonias donde se encuentran estos grupos sin la necesidad de pertenecer a ellos.
El trabajo que se hace por medio del Instituto de la Juventud de León es la construcción de proyectos de vida, llegan a las colonias con el equipo de promotoría que tiene la institución, se crea un vínculo con el joven y se les practica un diagnóstico donde detectan necesidades para que pueda trabajar en ellas.
“Y así desarrollar un proyecto, el que él o ella decida, pero un proyecto para materializar, digamos, algo en específico que quiera cumplir, ya sea terminar la escuela, ya sea aprender un tipo de oficio, desarrollar algún tipo de habilidad y mucho, últimamente también y por cuestiones de la pandemia y todo lo que pasó en el contexto, mucho acompañamiento emocional”, agregó.
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Dijo que cada persona trabaja un proyecto diferente, por ejemplo, en la actualidad hay un grupo de jóvenes que lanzaron uno sobre música sonidera, ellos, con el apoyo de los talleres que hay en el instituto, diseñaron su propia imagen y se les han abierto espacios para que se puedan presentar.
Comentó que también tienen un proyecto con los bares del Centro, quienes les dan la oportunidad de presentarse para que posteriormente puedan surgir contrataciones.
Aseguró que en el caso de las mujeres buscan ser más autónomas e independientes económicamente, por lo que su proyecto de vida va encaminado a que no dependan de sus parejas y puedan desarrollarse.