En siete años, el programa Escuelas de Tiempo Completo (ETC) tuvo retrasos en la aplicación de su presupuesto en Tamaulipas, siendo un monto acumulado de aproximadamente 374.4 millones de pesos el que se utilizó fuera del ejercicio fiscal anual, además de presentarse inconsistencias en su implementación en los planteles beneficiados.
De acuerdo con los informes de resultados de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) correspondientes a los años fiscales 2013 al 2019, el programa tuvo diversas observaciones en su operación. Hasta antes de la pandemia beneficiaba a 114 mil 929 alumnos de 849 escuelas primarias que extendían su horario hasta las cuatro de la tarde y brindaban comida caliente a los menores.
El último año revisado fue el 2019, cuando se asignó un presupuesto por 301 millones 211 mil pesos y al 31 de diciembre no se habían ejercido 1 millón 683 mil; en 2018 se enviaron 329.6 millones y faltaban de ocuparse para esa fecha 33 millones 479 mil.
En 2017 no se habían erogado al cierre del año fiscal 27 millones 978 mil; en 2016 el recurso no aplicado era de 5 millones 092 mil y solo en 2015 se encontró utilizado el presupuesto en su totalidad.
En 2014 faltaban de gastarse 179 millones 341 mil, y en 2013 una cifra de 126 millones 910 mil. En todos los casos, el dinero no usado debió destinarse al año siguiente o devolverse a la hacienda federal.
Con el cierre de escuelas en marzo de 2020, ETC dejó de funcionar y en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2021 ya no se le etiquetaron recursos, pues se integró al programa La Escuela es Nuestra. Se dijo entonces que no desaparecería.
Todos los programas que brinden apoyo alimentario son necesarios, señaló Fernando Astaburuaga Pazzi, director de Alimentos para la Caridad, Asociación Civil. En entrevista, dijo que Escuelas de Tiempo Completo debe seguirse implementando porque la población lo requiere.
El activista expuso que se está en la ruta de la recuperación económica y se dejaron atrás los niveles de hambre y pobreza que se llegaron a tener entre mayo y junio del año pasado debido a la pandemia, sin embargo, eso no significa que la situación esté resuelta del todo, aclaró.
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“La falta de empleo propició mayor insuficiencia alimentaria y todos los programas que ofrezcan apoyo en alimentación son necesarios”, sostuvo. Cada semana, el organismo otorga despensas que benefician a 15 mil personas del sur de Tamaulipas, con ayuda de empresas y asociaciones altruistas.
Astaburuaga mencionó que la situación económica va mejorando y se palpa en los últimos tres meses una recuperación del empleo, considerando que falta poco para regresar a como estábamos antes de la emergencia sanitaria.
“Pero todavía existe necesidad en las familias, así que cualquier apoyo alimentario es bienvenido y las Escuelas de Tiempo Completo deben continuar”, subrayó.
Los hallazgos de la ASF
El manejo de ETC no estuvo exento de inconsistencias. En la revisión de la cuenta pública 2018, la Auditoría Superior de la Federación señaló que en los contratos de adquisición de bienes no se presentaron pólizas de garantía y se incumplieron obligaciones de transparencia.
Un año antes, en 2017, el programa estuvo bajo la lupa del SAT, debido a que se pagaron honorarios y se hicieron retenciones por concepto de impuesto sobre la renta, pero no se comprobó su ingreso a Hacienda.
Se tuvieron que devolver 485 mil 458 pesos considerados un probable daño al erario, pues hubo también anomalías como la compra de un poste de concreto, lo que nada tenía que ver con el programa. No se aplicaron penas a proveedores que retrasaron 20 días la entrega de servicios y, por si fuera poco, en una visita de inspección no se encontró a todo el personal remunerado con este fondo.
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En 2019, se incurrió en inobservancias de la normativa, principalmente en materia de la Ley de Disciplina Financiera, Ley de Adquisiciones y Reglas de Operación del programa Escuelas de Tiempo Completo, debido a que se reintegraron fuera del plazo legal recursos no comprometidos ni pagados.
Además, los procesos de adjudicación no se ajustaron a la normativa y las cifras reportadas respecto del ejercicio de los recursos no mostraron calidad y congruencia.
También en materia de salud pública hubo fallas. La Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coepris) detectó irregularidades en un 40% de los comedores de Escuelas de Tiempo Completo en la entidad, pues les faltaban medidas de higiene.
Este operativo se realizó en noviembre de 2019, luego de que un mes antes, 23 alumnos de la primaria Pedro José Méndez, en el ejido La Libertad de Ciudad Victoria, resultaron intoxicados por comer chilaquiles en mal estado.
Cuatro de cada 10 alumnos de primarias y secundarias en el estado presentan algún tipo de malnutrición, de acuerdo con estudio del Colegio de Tamaulipas en 2019.
Poco más de la mitad de los alumnos de escuelas de turno continuo (Tiempo Completo) presentaron obesidad o sobrepeso, mientras que el bajo peso se registró en el turno vespertino.
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SJHN