Ante la crisis que enfrenta la economía de Puebla y del país, el desempleo y el crecimiento del empleo formal, la alternativa se encuentra en un cambio de modelo económico que se enfoque en la instalación de cadenas de suministro con productos locales para reducir costos e impulsar la producción regional.
En el punto anterior coincidieron los investigadores de la Universidad Iberoamericana Puebla, Marcela Ibarra Mateos, directora del Laboratorio de Innovación Económica y Social (Laines), y Aristarco Cortés Martín, director del Instituto de Diseño e Innovación Tecnológica (IDIT), para quienes el trabajo comunitario a través de economías circulares representa una oportunidad para transformar los procesos de injusticia social que se presentan en la sociedad.
De acuerdo con el análisis “Cambiemos Hoy el Nuevo Mañana”, Ibarra Mateos explicó que la crisis generada por el coronavirus estableció la urgencia de repensar al Estado, al mercado, a la familia, a la comunidad y los territorios.
“Estamos viviendo una situación realmente inédita que nos pone en frente cosas que no veíamos en este correr de la vida. Por un lado, nos pone en frente una serie de fragilidades que tenemos como sociedad, de procesos que no tenemos resueltos. De alguna manera, nos enfrenta a muchas limitaciones”, comentó.
La economía social es clave para enfrentar la crisis en donde se presente una democracia al momento de tomar decisiones y se considere una distribución equitativa de beneficios entre sus integrantes. De forma adicional, se deben impulsar circuitos comerciales locales para reducir las distancias en la distribución.
“Ahora que nos encaminamos al regreso a la vida pública, deseo que no se pase por alto la gran oportunidad de retomar los mercados locales y tratar de que estas grandes distancias que generan problemáticas de este tipo se vean superadas por circuitos comerciales locales. Aquí la economía social tiene mucho que decir y hacer”, explicó la investigadora.
Por su parte, Aristarco Cortés Martín, director del Instituto de Diseño e Innovación Tecnológica (IDIT), explicó que el trabajo digital jugará un papel fundamental en la consolidación de sistemas económicos alternativos.
Resaltó que el camino para enfrentar la crisis que agudizó el coronavirus se encuentra en los medios digitales, las clases mixtas, el internet de las cosas y la digitalización de los procesos de valor locales.
“Ahora que el nuevo mañana invita al fortalecimiento de las cadenas locales de producción, el trabajo comunitario a través de economías circulares representa una oportunidad para transformar los procesos de injusticia social que vivimos en el mundo”, explicó.
Reconoció que el escenario de la educación, la falta de acceso a tecnologías es un obstáculo que persiste en el estado y en el país.
“La verdadera crisis es del acceso a los medios: quienes lo tienen están en ventaja con respecto a quienes no. Incorporar a las personas a las nuevas tecnologías implica llevar a cabo procesos de capacitación y acompañamiento con el fin de compartir el conocimiento de forma bilateral”.
mpl