Los espacios públicos fracasan, entre otras razones porque se diseñan desde una oficina o sin contacto con la comunidad, ante lo cual, se requiere una visión feminista para impulsar ambientes armónicos en las ciudades.
En el punto anterior coincidieron Ana Teresa Vera Rojas, Michelle Carrasco Ortiz, y Paulina Ramírez Jiménez, especialistas en Arquitectura por la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), para quienes el urbanismo feminista busca colocar la vida al centro, es decir, reconocer todas las realidades de personas que a menudo no son tomadas en cuenta.
- Te recomendamos Realizarán una cartografía con las 50 calles más inseguras de Puebla ¿Cuáles serán? Comunidad
Por un lado, Ana Teresa Vera Rojas destacó que el urbanismo feminista busca impulsar ambientes armónicos y, al mismo tiempo, construir ambientes de diálogo en donde predomine la empatía ante los retos y áreas de oportunidad.
“El urbanismo feminista se basa en construir desde el diálogo y la empatía, reconociendo las otras realidades y las identidades de las otras personas. Entiende de manera entretejida los espacios, necesidades y oportunidades, así como los sistemas naturales y las personas”, explicó.
Durante encuentro con estudiantes de la universidad con sede en San Andrés Cholula, la también coordinadora del despacho Sen Sos Hábitat explicó que, desde la perspectiva feminista, se buscan hacer cambios en los espacios como la proximidad, es decir, valorar el tiempo de desplazamiento en las ciudades.
Por su parte, Michelle Carrasco Ortiz, egresada de Arquitectura de la Udlap, resaltó la importancia de que los habitantes de una ciudad cuenten con servicios como la salud, la educación y comercio a una menor distancia.
Aseguró que las ciudades requieren impulsar características relacionadas con la diversidad de uso y vitalidad en las calles, es decir, permitir que las personas disfruten sus ciudades y, al mismo tiempo, los ocupen en busca de que mejore su calidad de vida.
“Cuando tenemos diferentes usos, permite que diferentes personas puedan usar los espacios”, destacó la especialista en arquitectura.
En tanto, Paulina Ramírez Jiménez, arquitecta por la universidad poblana de carácter privado, explicó que una ciudad está llamada a ser autónoma y representativa, características que son la base de la identidad.
“La autonomía y la representatividad, son puntos que hemos perdido mucho en las ciudades. Son estos espacios que nos generan identidad o que reconocemos como propios”, explicó.
Las especialistas en arquitectura de la Udlap propusieron trabajar con una metodología de diseño participativo que consta de seis fases que son: definir, diagnosticar, diseñar, ejecutar, evaluar y sostener.
El esquema de urbanismo feminista ya se pudo implementar a partir de algunos proyectos en diversas ciudades del país como Tlayacapan Morelos, en Nezahualcóyotl, Estado de México, en San Juan del Río Querétaro, en El Carmen Totoltepec, Toluca, y en San Andrés Cholula, Puebla.
Las arquitectas de la Udlap también participaron en la iniciativa urbanismo táctico “Co-crear para Re-Crear” en San Andrés Cholula. Este programa tiene como objetivo reactivar la economía local y promover la movilidad peatonal en el municipio a través de la intervención de los cruces y ciclovías del zócalo.
AAC