Integrantes de AIDS Healthcare Foundation (AHF) protestaron por las prácticas comerciales abusivas de Gilead Sciences por vender medicamentos contra el VIH, covid-19 y hepatitis con una ganancia de hasta mil veces su costo de producción e investigación.
“Un mes de tratamiento Truvada, para VIH, cuesta hasta 2 mil dólares y su precio ha aumentado paulatinamente hasta 50 por ciento en países como México, inclusive, de ingresos menores”, de acuerdo con defensores sociales, activistas y aliados que se sumaron a la protesta global de prácticas comerciales que privan a millones de personas en el mundo del acceso a medicamentos que salvan vidas.
“Para un paciente es inalcanzable pagar 84 mil dólares en países pobres y de renta media, por eso AHF y sus aliados salieron a las calles para llamar la atención de la opinión pública, líderes y mandatarios ante las prácticas inmorales en el mercado de los medicamentos para VIH, hepatitis y covid-19, por la farmacéutica Gilead Sciences”, de acuerdo con los organizadores.
En la protesta, llevada a cabo frente a la farmacéutica Gilead Sciences, en Avenida Insurgentes Sur 1431, Mixcoac, también exigieron obligar a Gilead a rendir cuentas de sus “precios injustificadamente exorbitantes que aplican en medicamentos indispensables para salvar vidas, lo que daña irreparablemente a personas en países de ingresos bajos y medios, para quienes acceder a tratamiento de VIH, covid-19 y hepatitis es un lujo”.
Gilead Sciences es una compañía con sede en los Estados Unidos considerada entre las 15 biofarmacéuticas más grandes del mundo, “es inmoral el monto de sus ganancias a costa de la vida de las personas, tenemos una larga historia en desafiar a las compañías farmacéuticas, incluida Gilead, por su codicia y por sacar provecho de las personas más vulnerables y enfermas del mundo", dijo Patricia Campos, jefa de la Oficina de América Latina y el Caribe de AHF.
Tan sólo en 2021, generó más de 27 mil millones de dólares en ingresos, de los cuales pagó bonos a su CEO Daniel P. O’Day por más de 19 millones dólares. Gilead ha fijado los precios de sus medicamentos contra el VIH y la hepatitis C fuera del alcance de las personas, incluso, se niega a registrar algunos en países en desarrollo y bloquea los intentos por introducir versiones genéricas accesibles de sus fórmulas.
El caso de la hepatitis C es una muestra, de acuerdo con los propios informes de la compañía, y el tratamiento de Harvoni (ledipasvir/sofosbuvir) que cura la hepatitis C, puede llegar a costar hasta 84 mil dólares, con un aproximado de mil dólares por comprimido; es decir, más de mil veces el costo de producción, incluyendo la inversión en investigación. Por ello, miles de personas de países de renta media y baja mueren cada año sin acceso a este eficaz medicamento que cura la enfermedad.
Otro caso es el antirretroviral Truvada para VIH, el cual ha aumentado de precio hasta en un 50 por ciento en los seis años de su existencia. Truvada se consigue actualmente en casi 2 mil dólares para un suministro de 30 días.
Además, la empresa ha conservado las patentes sucesivas, conocidas como perennes, por más de 20 años, lo que le genera miles de millones de dólares por el monopolio sobre los medicamentos antirretrovirales más efectivos y mejor tolerados para tratar el VIH.
Gilead posee la patente de Remdesivir en 70 países, y no hay sitio de producción para el medicamento fuera de los Estados Unidos. Ante la elevada demanda del tratamiento, Médicos Sin Fronteras (MSF) sostuvo que Gilead está aprovechando el monopolio de patentes para limitar el acceso al medicamento y evitar la competencia genérica. Mientras tanto, millones de personas con covid-19 corren el riesgo de morir debido a la falta de acceso a tratamientos efectivos.
AIDS Healthcare Foundation (AHF) llamó a los entes reguladores a nivel global a obligar a la farmacéutica a modificar su estrategia de precios, al tratarse de un asunto de interés nacional y mundial de salud pública. Además de emitir declaraciones emergentes que obliguen a Gilead Sciences (GILD) a ceder su propiedad intelectual por razones humanitarias para que países pobres y de renta media produzcan genéricos de los medicamentos que salvan vidas.
Con la movilización en la Ciudad de México y otras acciones en 45 países, AHF lleva su campaña a nivel mundial para crear conciencia sobre “las prácticas vergonzosas de Gilead y exigiendo a la compañía que deje de promover patentes perennes sobre medicamentos existentes contra el VIH/sida como Truvada, esto es explotación, no innovación. Flexibilizar la patente para la producción genérica del medicamento contra la hepatitis C Harvoni (ledipasvir/sofosbuvir) a todos los países de ingresos bajos y medios, sin excepción”.
Como organización líder mundial contra el VIH/sida con más de 1.7 millones de pacientes atendidos en 45 países, “es nuestra responsabilidad en AHF tomar una posición y llamar a Gilead para que los gobiernos y los líderes de la toma de decisiones de todo el mundo ejerzan presión colectiva sobre ella para priorizar vidas sobre ganancias obscenamente altas”.
LP