En Aguascalientes esperan con brazos abiertos a afganos que llegaron a México

Álvaro Zúñiga, coordinador de Proyecto Habesha, aseguró que su organización "está preparada para este tipo de contexto" y que esperan en su sede de Aguascalientes a los refugiados que huyeron de los talibanes en Afganistán.

Más de 120 afganos ya han llegado a México como refugiados. (AFP)
Adyr Corral
Ciudad de México /

Tras la llegada esta semana de 124 personas de nacionalidad afgana a México, en calidad de refugiados, tras huir de su país ante la conquista del poder por parte de los talibanes, en Aguascalientes ya hay alguien que los espera con los brazos extendidos.

Se trata del Proyecto Habesha que, desde el 2014 se ha dedicado a recibir refugiados del Medio Oriente, especialmente de Siria, pero que en la actualidad brinda refugio y apoyo para que personas de distintos países del mundo pueden terminar en México su educación superior y empezar su vida desde cero.

"Nosotros estamos preparados. Esta organización es de este tipo de contextos. Son contextos de emergencia, lamentablemente. Este tipo de organizaciones vive de este tipo situaciones, situaciones emergentes, situaciones bélicas, de emergencia", Álvaro Zúñiga, coordinador de Proyecto Habesha.

De los más de cien refugiados afganos que fueron recibidos en México en estos días, y de los que ha trascendido que serán más en los próximos días, un grupo de mujeres entre 12 y 18 años ha destacado del grupo.

Se trata del prestigioso equipo de robótica conocido como Afghan Dreamers (soñadoras afganas) que saltaran a la fama mundial en 2017 cuando Estados Unidos les negara visas para participar en un concurso de robótica.

Con ellas como ejemplo de lo que Proyecto Habesha prioriza cada que incluye a alguien entres sus filas para que puedan terminar sus estudios y perseguir sus sueños, la organización mandó un mensaje claro: todos son bienvenidos.

"Las chicas campeonas de robótica o cualquier otra persona en caso de que, haya apoyo institucional y también apoyo gubernamental, las puertas están abiertas. creo que México ya demostró que las puertas están abiertas, y también, si existe la posibilidad de ofrecer oportunidades de educación superior aquí estamos nosotros, a esto nos dedicamos, las puertas están siempre completamente abiertas", abundó al respecto Zúñiga.

El principal centro de operaciones de Proyecto Habesha es Aguascalientes, pero también apoyan a estudiantes en otras ciudades del país como ciudad de México, Monterrey, San Luis Potosí, Querétaro, Puebla, Morelia y Saltillo.

La organización fue creada en 2014 justamente para ayudar a recibir refugiados de siria, actualmente cuentan con 53 estudiantes refugiados en México de distintas partes del mundo como Yemen, Venezuela, Honduras, Palestina, Colombia, El Salvador, Haití, Nicaragua, y por supuesto, Siria.

Jack es un refugiado de Siria que salió de su país en 2011, tras pasar cinco años en un campo de refugiados de Irak, llegó a México donde ahora estudia administración de empresas.

"Yo era un niño cuando salí de mi país, dejé atrás amigos, familia, memorias recuerdos, por ahí, escuelas, todo lo que cree, todo lo que fui creando en 18 años se destruyó en un momento", dijo en entrevista desde uno de los refugios seguros de Habesha.

En Habesha no solo reciben a refugiados del Medio Oriente sino de muchas partes del mundo, como por ejemplo, de Venezuela de donde hace siete años huyó Fausto por las represiones que sufrió a causa de sus posturas políticas

“Me faltan dientes, por ejemplo, porque me llegaron a golpear con cascos militares en la cara. Me obligaban a hacer hoyos de mi tamaño, yo mido 1.82, con cucharas y ahí me metían y me ponían bombas lacrimógenas. Fui lanzado de un paracaídas desde un avión sin tener adecuaciones, ni saber nada, sólo me dieron una patada y me lanzaron del avión”, detalló al respecto.

Tanto Jack, como Fausto son ejemplos del trato que da Habesha a los refugiados que entran en su órbita, y también cómo una vez que estos están en México toman las oportunidades que se les presentan para seguir estudiando.

Tienen claro que por paradójico que suene la educación es “un arma de paz”, que quieren usar para ayudar a su país, una vez que las posibilidades y la vida misma se los permitan en el futuro, a pesar de que México ya es su segundo hogar.

"El mensaje que puedo compartir con mis hermanos, con mis familias, que vienen de Afganistán es que, en México se puede. En México se puede estudiar, se puede preparar, te preparan, te ayudan, te apoyan para dejarte listo para regresar a tu país a apoyarlo", reflexionó Jack.

Por su parte, Fausto mandó un mensaje a quien pueda leerlo, en especial las familias afganas que acaban de llegar a México: "No es lo mismo recibir un turista que recibir a un refugiado o desplazado. Nosotros hacemos patria todos los días con ustedes, hacemos patria cuando estudiamos, hacemos patria cuando nos integramos a la sociedad, hacemos patria cuando aquí vivimos, aquí soñamos, aquí pensamos".

dmr

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