Hace 22 años el municipio de Teziutlán fue escenario de una de las tragedias más devastadoras provocadas por la fuerza de la naturaleza.
Durante tres días las lluvias no cesaron en la Sierra Norte de Puebla, a tal grado que el 5 de octubre de 1999, una avalancha sepultó a más de 100 personas de la colonia La Aurora.
La causa de este fatal suceso fue la depresión tropical número 11, que en territorio poblano afectó severamente a 81 municipios, entre ellos: Huauchinango, Zacatlán, Chignahuapan, Tetela de Ocampo, Tlatlauquitepec, entre otros. Sin embargo, la atención del país se dirigió a Teziutlán en donde un centenar de personas murieron en el deslave.
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Muertos enterraron a los vivos
El fenómeno natural generó la pérdida total de 45 viviendas que fueron arrastradas por un gran alud: por ende, cerca de 500 personas quedaron sin hogar.
En esa ocasión, el panteón municipal colapsó y enterró a la población. Los féretros, toneladas de lodo y basura fue el panorama desolador en la llamada Perla de la Sierra.
Desde septiembre de 1999, las lluvias comenzaron a aumentar su intensidad en esa región, pero entre los días 4 y 5 de octubre, las precipitaciones que cayeron fueron el equivalente a más de la mitad de lo que llueve en un año. De hecho, la lluvia no cesó desde el 30 de septiembre hasta el 13 de octubre de ese año.
Otra causa que motivó este hecho fue que días previos ocurrió un sismo de magnitud mayor a 5 grados Richter, y uno más de menor intensidad durante la mañana del desastre. Cabe mencionar, que todo el municipio de Teziutlán está asentado sobre depósitos piroclásticos provenientes de la caldera del volcán Los Humeros, por lo que existe poca estabilidad en el terreno.
El recuento de los daños
En total, la tragedia de la depresión tropical número 11 cobró la vida 263 personas y daños materiales que ascendieron a dos mil 300 millones de pesos. En ese momento, Ernesto Zedillo fungía como presidente de México, mientras que el gobierno de Puebla era liderado por Melquiades Morales Flores; ambos estuvieron en la zona de desastre.
Tiempo después el gobierno reubicó a quienes perdieron su hogar, muchos fueron trasladados a la colonia Lomas de Ayotzingo, otros siguen viviendo en la colonia La Aurora con el recuerdo del fatídico evento.
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