“Perder la visión no es el fin del mundo, es el comienzo para descubrir nuevas habilidades”; así fue como inició su relato Don Mariano Gutiérrez, quien desde el 2015 perdió la vista y con ello su trabajo como instalador de tanques estacionarios, lo que generó que tuviera que aprender a ganarse la vida de otra manera.
De la mano de su hija, esposa y compañera Laura, aprendió a elaborar bolsas tejidas, una actividad que se convirtió en su trabajo, mismo que le ha demostrado que sus manos son sus ojos, además de explotar otras habilidades y sentidos, mismos que lo han sorprendido.
“Yo veo con mis manos y a raíz de eso empecé a dominarlo poquito a poquito, pude entender cómo iban los tejidos, en primer lugar cómo se elabora la bolsa en un bastidor, cómo armarla y después de ahí hacer los tejidos. Después de eso viene lo que son las asas, que es el toque final”, dijo en entrevista para MILENIO Puebla.
Los artículos que ofrece son totalmente exclusivos, en cuanto a colores, combinaciones, diseño y forma; todo esto lo plasma en monederos, bolsas de todos los tamaños y hasta transportadoras para mascotas, una creación reciente que se ha ganado el corazón de los poblanos.
“Hacemos prácticamente sus necesidades, hace como dos meses empecé a rotar un artículo que es transportadora para perros, también tuvo mucho éxito, y lo que ustedes me pidan yo aquí se los hago sin problema, porque ustedes pueden ver que tengo el bastidor más pequeño, hasta el bastidor más grande, yo se las hago como ustedes me digan, combinadas, de un solo color, incluso con forro, detalles de esa índole”, señaló.
Los interesados de esta buena causa pueden hacer sus pedidos al chat de WhatsApp 22-27-33-59-77 o por llamada telefónica al 22-25-17- 30-45; sus artículos van desde los 80 hasta los 600 pesos.
Afirmó que la discapacidad visual no es ninguna brecha, ya que se estimulan otras habilidades que dan paso a la imaginación y al uso de otros sentidos, por lo que pidió a todas las personas invidentes no rendirse hasta conseguir sus sueños.
“Yo invito a la gente con discapacidad visual a que se capaciten, que vean más allá de la discapacidad, que no es una barrera para ellos. ¿Por qué? Porque al perder mi vista yo enserio me asombro de los capacidades que he adquirido y me quedo con la boca abierta, creo que Dios pensó en nosotros los seres humanos cuando nos falta lo que es un órgano y en este caso la vista”, refirió.
Su fe sigue intacta, ya que esta lección le ha otorgado muchas bendiciones y pruebas durante su camino, por lo que hizo un altar al Señor de Las Maravillas afuera de su vivienda.
AAC