En Puebla, se registran “pobres” avances en los últimos 12 años en las acciones y en la lucha contra la contaminación del río Atoyac, uno de los más contaminados del país, tanto por desechos orgánicos como industriales.
De acuerdo con el análisis de Raciel Flores Quijano, director del Área de Química de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), los niveles de contaminación de la cuenta del Atoyac, Xochiac, Zahuapan y sus afluentes, que pasa por los estados de Puebla y Tlaxcala, están en aumento.
“No reconozco alguna acción concreta. En los últimos 12 años no se ha trabajado y los niveles de contaminación se siguen incrementando. Las acciones son pequeñas y no han sido significativas. Los niveles de contaminación por descargas orgánicas siguen aumentándose”, apuntó.
Señaló que, en los últimos meses, se registran acciones contra la contaminación de las industrias; sin embargo, son insuficientes para comenzar un rescate que se pueda dar en los próximos años.
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En su análisis, el investigador de la universidad poblana destacó que uno de los pendientes en la lucha contra la contaminación del río Atoyac, son las acciones de los ayuntamientos que, hasta el momento, se mantienen sin implementar acciones concretas para detener las descargas irregulares.
“A nivel municipal, no hay figuras que se dedique a tratar la problemática del agua. Debería ser una atribución del municipio porque así lo marca la Constitución, pero no lo es. Los avances han sido muy pobres”, expresó.
En su momento, la organización no gubernamental Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local, dio a conocer que la crisis ambiental y de salud de los afluentes y barrancas del Atoyac-Zahuapan tiene sus antecedentes hace más de 50 años, a partir de una nueva configuración de la zona metropolitana de Puebla y Tlaxcala.
Para la organización no gubernamental, con la inauguración de la autopista México-Puebla en 1962, comienza una etapa que se tradujo en el cambio en el uso del suelo agrícola y forestal para cederlo, al desarrollo industrial que se tradujo en contaminación.
Empresas industriales de los ramos petroquímico, químico, metalmecánico, automotriz, de autopartes, textil, de alimentos, de producción de cerámica, entre otras, que se asentaron en las márgenes de los ríos Atoyac, Xochiac, Zahuapan y sus afluentes, emprendieron negocios que aprovecharon los recursos hídricos ante una nula regulación ambiental.
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