En el estado de Puebla, de enero a julio de este año 2023, en promedio por día, se registran 14 casos de víctimas de lesiones dolosas, es decir, con la meta de generar daño; tres homicidios dolosos; y 23 casos de violencia familiar.
De acuerdo con los registros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), al comparar los primeros siete meses de 2022 con el mismo periodo de este 2023, los homicidios dolosos registraron un aumento de 58 por ciento al pasar de 543 a 863 casos.
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A la par, las denuncias e investigaciones por casos de violencia familiar pasaron de cinco mil nueve en los primeros siete meses de 2022 a cinco mil 388 entre enero y julio de 2023, es decir, se registró un aumento de 7.5 por ciento.
Por su parte, el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim) reveló que, en el estado de Puebla entre el segundo trimestre del 2023 y el del 2022, se presentó una ligera disminución en los registros por homicidio doloso, iniciando cada 9 horas 14 minutos una carpeta de investigación.
La tasa de carpetas de investigación por cada 100 mil habitantes en homicidio doloso, en el segundo trimestre del 2023 en el estado de Puebla muestra que las regiones que tuvieron incrementos fueron Valle Serdán, Valle de Atlixco y Matamoros y Mixteca.
El análisis muestra que los municipios con mayor incremento porcentual en las carpetas de investigación de homicidio doloso en el segundo trimestre de 2023 fueron, Huauchinango, Acatzingo, Chietla, Izúcar de Matamoros y Tehuitzingo; mientras que, en el mismo periodo en números absolutos, el municipio de Puebla tuvo el mayor registro por homicidio doloso con 44, seguido de Tehuacán con 13 y San Martín Texmelucan con 12.
Respecto a la violencia familiar, el Igavim muestra que en el estado de Puebla, entre el segundo trimestre del 2023 y de 2022 hubo un incremento en los registros, iniciando una carpeta de investigación cada 52 minutos 54 segundos.
Los municipios en los que se están registrando más casos de violencia familiar son Puebla capital con 720; le sigue Tehuacán con 199; Amozoc, 93; San Pedro Cholula, 87; San Andrés Cholula, 86; Zacatlán, en la Sierra Norte.
Baja tolerancia a la frustración en las nuevas generaciones
Los datos anteriores muestran un panorama de violencia en el estado de Puebla, fenómeno que se relaciona con una pérdida de la autorregulación personal y, al mismo tiempo, con una baja tolerancia a la frustración y la necesidad de obtener resultados en el corto tiempo.
Gabriela Alejandra González Ruiz, coordinadora de la Maestría en Psicoterapia de la Universidad Iberoamericana Puebla, resaltó que el entorno familiar y escolar son clave para contrarrestar la violencia.
Ante el caso ocurrido la noche del 9 de septiembre, cerca de la zona turística conocida como la Estrella de Puebla, en la capital del estado, donde un grupo de ocho jóvenes agredió a una persona de su edad, la especialista destacó que, entre los jóvenes y en la población en general, se presenta una falta de autorregulación ante un conflicto.
“Este caso del joven que agredieron, es doloroso a nivel socioemocional y a nivel psicosocial en donde nos está mostrando la baja tolerancia, la cero tolerancia que están teniendo nuestros jóvenes, pero, también, la falta de autorregularse. Los conflictos cuando son expresados, dialogados, llegan siempre a un convenio, a un acuerdo. Puedo expresarme desde el enojo, pero llegar a un acuerdo”, apuntó.
Los actos violentos y las agresiones ocurren ante la falta repertorios socioemocionales que ayudan a los jóvenes a autorregularse y a que puedan reconocer que se enojan y que salen de la tolerancia.
“Ante la falta de tolerancia, los jóvenes requieren retirarse, es expresarse de un amanera distinta que no sea agredir o poner al borde de la muerte a alguien. Ese es el extremo, me parece de esta circunstancia. Es una expresión, me parece, multifactorial que está influyendo y determinando a los jóvenes. No es un caso aislado, no son unos cuantos”, expresó.
Ante el panorama, la investigadora de la institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita destacó la importancia de que se comiencen a generar estrategias, tanto en las instituciones educativas como en la casa, para que los estudiantes mejoren sus habilidades y puedan autorregularse ante situaciones imprevistas.
“Está hablando de que necesitamos generar estrategias, tanto a nivel universidad como a nivel familia, como a nivel gobierno que estén atendiendo a la población de jóvenes en el sentido de proporcionarle las herramientas y las estrategias para desarrollar todas estas habilidades”, añadió.
Violencia afecta a los jóvenes de todos los grupos sociales
Los actos de violencia no son exclusivos de un grupo social y se pueden presentar en cualquier espacio; además, entre factores que influyen directamente en los actos de violencia se encuentra el entorno en casa.
De acuerdo con el análisis “Prevalencia de violencia en los adolescentes de 12 a 18 años pertenecientes al Centro de Salud El molino, Zacapoaxtla, Puebla”, desarrollado por Alejandra Martínez Sánchez, en entorno familiar y la situación escolar, son factores que impactan directamente en la violencia.
“La violencia se da en personas de todos los grupos sociales, étnicos, culturales, de cualquier edad, nivel de ingresos, estudios u ocupación. La violencia juvenil es una de las formas de violencia más visibles en la sociedad. Esta violencia incrementa los costos de los servicios de salud y asistencia social, y en general socava la estructura de la sociedad. Por lo que también aumentan la carga mundial de muertes prematuras, lesiones y discapacidad entre jóvenes”, destaca el análisis.
Las estrategias para enfrentar la violencia
Gabriela Alejandra González Ruiz, coordinadora de la Maestría en Psicoterapia de la Universidad Iberoamericana Puebla, aseguró que ante actos violentos entre jóvenes y la población en general, se requiere que cada sector asuma su responsabilidad para apoyar a los jóvenes.
“Como sociedad nos corresponde asumir la responsabilidad en los roles en los que estemos. jóvenes. Como sociedad, hablando de padres de familia, tenemos que asumir esta responsabilidad de que los jóvenes siempre nos están indicando cuáles dificultades están teniendo en su vida, qué tanto los padres nos alejamos o nos acercamos porque consideramos que ya son hombres y mujeres autosuficientes”, expresó.
Al mismo tiempo, la especialista en psicología explicó que, en el fondo, los jóvenes requieren que, se abran espacios de diálogo en los que se analicen sus intereses y se definan los espacios de vida.
“¿Cuáles son sus objetivos? ¿Cuáles son esas dificultades que están teniendo en el camino como jóvenes? Hay mucha frustración en esta poca habilidad que puedan tener de paciencia y tolerancia para lograr cosas. Podemos argumentar factores como que vamos saliendo de la pandemia, hay un mal majo del estrés, pero, definitivamente, la familia puede ser un enlace muy importante de diálogo, de detección de necesidades y de canalizar a estos jóvenes”, manifestó.
La investigadora propuso revisar la forma en que los hijos reciben ayuda cuando lo requieren, ya que, en muchas ocasiones, puede aparecer la frustración cuando no se encuentra el espacio para el diálogo y el apoyo.
“Hay casos en los que los jóvenes se frustran porque no ven el apoyo de parte de los papas cuando lo necesitan, cuando requieren de un apoyo psicológico”, expresó.
A la par, a nivel de las instituciones, es fundamental que se realicen actividades dentro de las instancias correspondientes, para facilitar y propiciar entre los jóvenes un ambiente de conocimiento y de autorregulación.
“Actividades para que vayan teniendo conocimientos y nociones no solo de lo que me pasa a mí, si no de cómo puedo apoyar a otros, generando más apoyo emocional, más conciencia. Es importante que se les otorgue a los jóvenes espacios en los que se puedan apoyar a otros que los requieren. Hay muchos factores que pueden influir, está cambiando las dinámicas familiares. Se pueden hacer actividades socioemocionales mucho más. Tiene mucho que ver en la dinámica en la que estamos en este momento. A lo jóvenes les cuesta mucho trabajo esperar, lo cual, tiene que ver con generarles espacios para involucrarse con una sociedad”, finalizó.
CHM