El covid-19 hizo que los tres órdenes de gobierno actuaran para reducir los contagios y decesos entre su población, pero por ahora carecen de reglas claras y sanciones contundentes para regular los cerca de 200 tiraderos a cielo abierto con Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI) que hay en Puebla, dijo Carlos Álvarez Flores, titular de México, Comunicación y Ambiente AC.
En entrevista para MILENIO PUEBLA, el ingeniero con más de 30 años de experiencia en el sector ambiental enfatizó que los rellenos sanitarios de la entidad son un foco de infección de coronavirus y otras enfermedades para la población debido a que se encuentran rebasados, y con la llegada de la pandemia, la situación empeoró.
"México y Puebla, especialmente Puebla, tiene un gran deterioro ambiental por el mal manejo de esos tiraderos", destacó Álvarez Flores.
Asimismo, señaló que ni la federación, el gobierno estatal ni los 217 ayuntamientos toman acciones para mejorar la infraestructura de los basureros a cielo abierto o no fomentan la cultura del reciclaje entre sus habitantes.
"Puebla tiene más de 200 tiraderos a cielo abierto, tienen una situación grave porque desafortunadamente los municipios con sus ayuntamientos y sus cabildos no han sabido cumplir con su responsabilidad, ahora le llamamos rellenos sanitarios, pero son tiraderos", indicó que titular de México, Comunicación y Ambiente AC.
De acuerdo con sus estimaciones, Puebla le cuesta al gobierno federal 3 mil 860 millones de pesos en "costos totales de degradación ambiental", por lo que llamó al gobernador Miguel Barbosa y a la secretaria de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (Smadsot), Beatriz Manrique Guevara crear un Sistema Estatal para la Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos.
"El problema somos nosotros y la falta de voluntad de los gobiernos estatales, debería de instruir (gobierno estatal) a todos los municipios a que concienticen a su población para que separen los residuos", mencionó.
Álvarez Flores comentó que los tiraderos clandestinos con desechos RPBI seguirán presentes si los municipios mantienen la atribución de otorgar licencias de operación, como sucedió con la bodega de la empresa Spesa, en Cuautinchán, que pese a ubicarse en una zona poblada, tenía basura médica a la vista de todos.
Incluso, criticó que el Congreso local y los cabildos municipales determinaran a partir de este año prohibir el uso comercial de la bolsa de plástico, ya que es una opción económica, resistente y que utiliza pocos recursos para su fabricación, al tiempo de permitir a los poblanos separar de mejor manera la basura.
El titular de México, Comunicación y Ambiente AC señaló que si los índices de contaminación y la calidad de los rellenos sanitarios se quiere reducir, los ayuntamientos deberían comenzar a cobrar la basura, tal y como sucede en Europa, Estados Unidos, Canadá y Centroamérica.
"No hay una voluntad clara del gobierno del estado y hay una ausencia total de la federación, a los presidentes no les interesa porque sino, dicen, se me vienen encima, pero se debe cobrar la basura para abandonar estos tiraderos a cielo abierto, si seguimos dejándolo en manos de los municipios no lo vamos a resolver nunca", destacó.
Por último, Carlos Álvarez argumentó que la falta de educación en temas ambientales hizo que la bolsa de plástico "se satanizara", pero prohibir su uso no resolverá el problema que atraviesa Puebla y el país en la materia.
"Creyeron que prohibiendo una bolsa en Puebla van a salvar los océanos del mundo, no, es una muy mala decisión, hoy más que nunca necesitamos esa bolsa de plástico, necesitamos esos cubrebocas, esos utensilios de plástico que nos hacen la vida más simple porque ya nos dijeron que el coronavirus estará con nosotros para siempre", finalizó.
Cabe señalar que hace unas semanas, aunque contaba con sellos de clausura por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), al menos 10 trabajadores de Servicios Profesionales Ecológicos (Spesa), empresa encargada de manejar residuos sólidos urbanos y que ofrece sus servicios para recoger los de covid-19, continuaban operaciones.
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