El estado de Puebla y, en particular, la zona metropolitana, se encuentran en proceso de colapso urbano ante el crecimiento de la población; la falta de servicios, la contaminación del aire agua y los problemas de movilidad.
Así lo explicó el investigador especializado en proyectos urbanos y de desarrollo de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), Octavio Flores Hidalgo, quien resaltó la importancia de que todos los sectores de la sociedad se comprometan a impulsar acciones que se traduzcan en el bienestar común.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población en Puebla en este año es de seis millones 168 mil 883 habitantes; de los cuales el 47.7 por ciento son hombres y 52.3 por ciento mujeres.
La pirámide poblacional sigue la tendencia de reducir su base, mientras que continúa el crecimiento, tanto en el centro como en la parte alta. La proporción de niñas, niños y adolescentes disminuye y se incrementa la de adultos y adultos mayores.
En Puebla, 4.8 por ciento de los hombres y 4.6 por ciento de las mujeres en la entidad tienen entre cero y cuatro años; mientras que 5.1 por ciento de las mujeres y de los hombres tienen entre 10 y 14 años. En el estado, 4.5 por ciento de los hombres y 4.8 por ciento de las mujeres tienen entre 20 y 24 años de edad.
Las personas que nacen en Puebla alcanzaron una esperanza de vida de 74.81 años, ligeramente, por debajo del promedio nacional que es de 74.95 años. De 1990 a la fecha, la esperanza de vida en Puebla aumentó cinco años.
Puebla se ubica en el decimoprimer lugar entre los estados con menor esperanza de vida de una persona al nacer. Para los hombres la esperanza de vida es menor a las mujeres. En promedio, la esperanza de vida de los varones es de 71 años; mientras que para las mujeres es de 77.2. La brecha en la esperanza de vida entre hombres y mujeres registra una disminución al pasar de 9.3 en 1990 a 6.2 años.
El Consejo Nacional de Población (Conapo) prevé que, en Puebla, la esperanza de vida de la población sea de 76.9 años en 2030; las mujeres alcanzarán 79.6, mientras que los hombres llegarán a los 74.2 años en 2030.
Se estima que la población continúe aumentando en las décadas futuras, aunque se presenta una reducción de la natalidad, por ende de la población joven futura, siendo que las personas menores de 15 años pasarán de 31.9 por ciento a 25.1 en 2030.
Se proyecta que, a consecuencia de la disminución de la mortalidad, traducida en una mayor esperanza de vida para la población de la entidad, el grupo de 65 y más años de edad, en los próximos dos decenios, comenzará a tener mayor peso relativo en las decisiones de la ciudad.
En este contexto, el investigador de la Upaep, Octavio Flores Hidalgo, señaló que Puebla está presentando anomia, es decir, un estado de desorganización social o aislamiento del individuo a quien ya le dejó de importar lo que le sucede a sus semejantes.
“Puebla es la cuarta metrópoli más grande del país y tiene una de las más grandes extensiones en comparación con la densidad. Tenemos espacios dentro de la ciudad que están subutilizados, prácticamente vacíos, como Amalucan, Gabriel Pastor y algunos puntos del Centro de Puebla”, comentó.
Resaltó que en Puebla son evidentes los problemas de contaminación del aire, de abasto de agua y de tráfico de vehículos, que tienden a aumentar ante la falta de regulación y de políticas públicas estrictas.
“Tenemos un proceso de colapso urbano, de agotamiento del modo de vida de la ciudad. Si no apostamos con verdaderas alternativas de transporte de mayor calidad, el costo ambiental seguirá creciendo”, resaltó.
Flores Hidalgo comentó que en las ciudades se está perdiendo la capacidad de interactuar e interrelacionarse con los vecinos, respetando sus formas de vida y conviviendo de forma adecuada a partir de la aplicación de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El investigador destacó que en la población no existe la conciencia de que el ser humano no es el dueño sino parte del planeta, y que está obligado a impulsar acciones para recuperar y cuidar al medio ambiente.
“Se tienen que consolidar las ciudades, se tienen que hacer más compactas, enfocarse en un modelo para terminar con la pobreza, el hambre, mejorar las condiciones de nuestros ecosistemas, de trabajar más con la equidad de género y con la inclusión social, y con la mejora de la calidad de servicios”, apuntó.
Señaló que, en ciudades como Puebla, falta la aplicación de todos los derechos de las personas para lograr que la población no solo cuente con elementos satisfactores, sino que pueda mejorar su calidad de vida.
“Hemos logrado que la gente tenga más satisfactores como los celulares, computadoras, acceso a Internet, pero vivir mejor es una cosa distinta y tiene que ver con modelos familiares, con desarrollo humano, con condiciones de interrelación social”, comentó.
MITM