El estado de Puebla presenta una contradicción en su panorama laboral porque, por un lado, 75 por ciento de las empresas reportan que requieren de personal y que sus plantillas de trabajadores no están completas; mientras que 11 por ciento de la población con potencial de fuerza laboral está disponible, pero sin ocuparse.
De acuerdo con el análisis “El panorama de las Vacantes y la Población Disponible en México”, realizado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la economía se recupera gradualmente y se regresa a niveles de empleo similares o superiores al observado previo a la pandemia; sin embargo, a la par, se observa una insuficiencia de mano de obra para llevar a cabo las actividades económicas.
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En Puebla, en particular, las empresas reportan cinco complicaciones: dificultad para cubrir vacantes; negociaciones salariales; escasez de trabajadores calificados; rotación de personal y falta de recursos para ampliar el personal. En total, dentro del estado, 75 por ciento de las empresas consideró que su reto principal en materia laboral radica en la insuficiencia de personal.
El estudio revela que, en general, en el país, las empresas reportan problemas en materia de cobertura de vacantes y los mayores problemas se encuentran en Baja California Sur, Quintana Roo y Jalisco, donde más de 85% de las empresas encuestadas consideran que su principal reto laboral está relacionado con la escasez de personal y la inhabilidad para cubrir las vacantes necesarias. En contraste, en Morelos, Tamaulipas y Zacatecas los retos laborales están menos relacionados con las vacantes y la disponibilidad de personal.
A pesar de que una de cada tres empresas en Puebla requiere personal, la entidad se coloca como la séptima a nivel nacional con el mayor porcentaje de población con potencial de fuerza laboral que está disponible, pero se mantiene sin ocuparse.
La población joven representa un potencial para incorporarse al mercado laboral, ya que prevalecen dentro de la población que actualmente no se aprovecha en la economía. Dentro de la Población Desocupada, quienes renunciaron a su empleo anterior señalaron dentro de sus razones el deseo de recibir una remuneración mayor, así como un deterioro en las condiciones de trabajo.
Dentro del territorio poblano, los adultos jóvenes y las mujeres son grupos poblacionales con potencial para integrarse en mayor medida a la economía. Adicionalmente, la mayoría de las personas que no participan en el mercado laboral, pero tienen disponibilidad para hacerlo, son mujeres se dedican a los quehaceres domésticos, quienes consideran que sus posibilidades de encontrar un empleo son bajas.
“En México hay más de 10 millones de personas que, a pesar de estar en edad de trabajar y tener potencial para hacerlo, no se encuentran ocupadas y no aportan su talento a la economía. Este grupo incluye a 2 millones de personas desocupadas, 2.6 millones de personas que no participan en la economía por encontrarse en un contexto que se los impide, y 5.8 millones de personas disponibles para trabajar pero que no participan en la economía por falta de incentivos”, destaca el análisis.
El análisis añade que, al menos, 30 por ciento de la Población No Económicamente Activa Disponible tiene, como mínimo, estudios de preparatoria terminados. El nivel educativo de esta población puede ser un factor para explicar la percepción de bajas posibilidades de encontrar empleo.
Ante el panorama, el estudio de Coparmex y el IMCO resalta la importancia de reconocer los pendientes que se deben atender para incentivar una mayor participación laboral y atraer el talento que el sector productivo necesita. Esto en un contexto en el que la dificultad para cubrir vacantes y tener personal suficiente ejerce presión sobre empresas en diversos sectores y entidades del país.
AAC