Ante los aumentos de productos y servicios, situación combinada con la falta de empleo y el incremento de la pobreza laboral, la llamada cuesta de enero de este 2023 se extenderá, al menos, hasta el mes de marzo, con afectaciones mayores para 70 por ciento de los ocupados que se encuentran en la informalidad, es decir, que carecen de prestaciones y no cuentan con seguridad social.
Anselmo Chávez Capó, investigador de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), y Miguel Ángel Corona Jiménez, experto en economía de la Universidad Iberoamericana Puebla, coincidieron en que las familias poblanas y, en general, de todo el país, están lidiando con el efecto inflacionario provocado por dos factores claves: la pandemia y la guerra.
De una u otra forma, las alteraciones en las cadenas de suministro derivadas del confinamiento sanitario provocado por la pandemia de la covid-19 generaron desabasto en bienes y materias primas, situación que repercute directamente en sus precios de acuerdo a la demanda en cada región, coincidieron los expertos.
Por un lado, Anselmo Chávez Capó, investigador de la Upaep, explicó que el inicio de este 2023 es complicado para las familias poblanas por los problemas económicos, los efectos de la pandemia de la covid-19 y los aumentos de precios de los productos de la canasta básica.
“El Índice de Precios de la Canasta de Consumo Mínimo (IPCCM) aumentó a tasa quincenal y a tasa anual, lo cual refuerza con datos oficiales, que la inflación seguirá siendo un problema persistente por lo menos hasta el final del primer trimestre de este año, se puede decir que la cuesta de enero acabará en marzo”, explicó.
Entre los principales problemas para las familias se presenta una inflación combinada con una falta de crecimiento económico, fenómeno que se conoce como estanflación y que impacta en las familias y en las empresas, destaca el investigador en su análisis “Reporte Económico y Financiero”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación general en la ciudad de Puebla en enero de 2023, se colocó en 8.64 por ciento, mayor en 0.3 puntos porcentuales a la reportada en diciembre del año pasado, mientras que en Izúcar de Matamoros fue de 9.03 por ciento.
“El Inegi presentó el informe para reportar la inflación correspondiente a la segunda quincena del año. Cuando parecía que el comportamiento de esta variable económica presentaría una tendencia a la baja, los resultados obtenidos muestran que esta se aceleró”, destalló.
Por su parte, Miguel Ángel Corona Jiménez, experto en economía de la Ibero Puebla, destacó que, la inflación actual es un fenómeno internacional que se inserta en la economía mexicana, con afectaciones a las familias.
En su análisis“Remesas amortiguan efecto de inflación”, Corona Jiménez destacó que, para hacer frente a la inercia global, el gobierno federal tomó medidas de contención como el uso del impuesto sobre producción y servicios para subsidiar el precio de las gasolinas.
“Si se hubiera dejado el precio a como estaba subiendo el petróleo a nivel internacional, seguro que hubiera rebasado los 35 o los 40 pesos”.
Explicó que, cuando las industrias comenzaban a recuperar su actividad en ritmos pre pandémicos, la guerra en Ucrania supuso nuevas complicaciones para obtener productos claves y con diferentes efectos.
“Los cereales sirven para producir otros alimentos como la carne. Si sube el precio del gas y del petróleo sube prácticamente todo, porque todo se mueve con esa energía”.
Para que comience a ceder la inflación, será clave activar las cadenas de producción y consumo, situación que también ocurre cuando las remesas que llegan a los hogares mexicanos.
Por último, el especialista valora los esfuerzos de la administración actual para colocar el salario mínimo en 207 pesos diarios. El último aumento se coloca por encima de la inflación, lo que contribuye a aumentar el umbral de consumo y el poder de compra de las personas, finalizó.
AAC