A una semana de la explosión registrada el 31 de octubre en San Pablo Xochimehuacan, provocada por una toma clandestina a ductos de gas, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, agradeció a quienes realizan acciones para apoyar a las familias afectadas y llamó a seguir llevando ayuda, ya que existen personas que no tienen para comer y quienes se quedaron sin su vivienda y están durmiendo en casas de familiares y amigos.
Resaltó que desde el primer momento en que se presentó la tragedia, los párrocos y fieles se organizaron para brindar apoyo a quienes quedaron en desgracia; sin embargo, todavía se presentan necesidades de alimentos.
“Hoy tenemos que ayudar a estos hermanos de San Pablo Xochimehuacan. Hace algunas semanas, a nuestros hermanos de la Sierra. Todas nuestras parroquias del estado de Puebla se solidarizaron con aquellas comunidades que estaban sufriendo. Hoy nuestras parroquias de la ciudad de Puebla, de la sede arzobispal se han solidarizado y desde el primer momento en que pasó la desgracia en San Pablo Xochimehuacan, se han hecho presentes y les agradezco de corazón”, destacó.
Recordó que la iglesia católica mantiene abiertos sus templos como centros de acopio para recibir alimentos que serán destinados a las personas más necesitadas de la junta auxiliar ubicada al norte de la capital del estado y resaltó la labor del párroco, Guillermo Campos, quien organizó a sus grupos religiosos para organizar la entrega de comida y despensas.
“Los centros de acopio para nosotros para la iglesia católica son nuestras parroquias, son nuestros templos. Desde el primer momento, Cáritas ha estado presente, el Banco de Alimentos ha estado presente y el párroco, el padre Guillermo Campos ha movido a sus grupos parroquiales para que los hermanos que se quedaron sin casa puedan tener acogida por otros hermanos, por otras familias mientras ven qué sigue. Aquellos hermanos que no tienen qué comer, los grupos parroquiales se han organizado para darles de comer. Nuestras parroquias están apoyando. La iglesia se ha hecho presente desde el momento mismo de la desgracia que pasó a esa comunidad”, añadió.
Sánchez Espinosa resaltó que, a una semana de la tragedia, todavía existe un número importante de familias que se quedaron sin hogar y que siguen requiriendo apoyos para alimentarse y para descansar.
“Afortunadamente, no hubo muchos decesos, pero hay muchos heridos y muchas familias sin hogar. Yo quiero agradecer el apoyo de nuestras parroquias, el apoyo de Cáritas que es el organismo de caridad de nuestra iglesia católica, a través de su Banco de Alimentos, el apoyo de los párrocos, el apoyo del párroco de San Pablo Xochimehuacan, al padre Guillermo Campos que ha organzado a sus fieles para que estén atentos a las necesidades de los hermanos que están sufriendo”, expresó.
mg