En la Parroquia de la Virgen de la Purísima Concepción, ubicada en Metepec, Atlixco, se encuentra la patrona de la salud y la sanación, quien ganó este título debido a los milagros que le ha concedido a los fieles creyentes que la visitan con devoción desde hace un centenar de años.
Este recinto religioso data de 1922, y fue edificado a petición de los obreros textiles de la Compañía Industrial de Atlixco S. A. (CIASA), quienes solicitaron a las autoridades consolidar un espacio que marcó la historia de la región.
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La construcción se asemeja a un faro gigante, cuenta con una fachada de color blanco con azul, y su interior fue decorado con estrellas, además, el atrio está adornado con nubes como si del cielo se tratara.
Un largo trayecto
En entrevista para Multimedios Puebla, el cronista de la región, Javier Solis relató que la Virgen de la Purísima Concepción, es oriunda de España, por lo que primero, fue traída en barco hasta la costa de Veracruz para después tomar una segunda ruta en tren, con destino a la ciudad de Puebla.
Fueron algunos obreros los que viajaron en caravana para recibir la imagen de la patrona y llevarla a la comunidad, en donde se construyó la parroquia en la que ahora es visitada por cientos de creyentes.
Cada año, el 8 de diciembre celebran su santo, y las personas que fueron testigos de su misericordia, van a agradecerle por devolverles la salud y tranquilidad. Tal es el caso de los familiares de los pacientes del hospital número 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quienes le encomiendan a sus enfermos, y salen adelante gracias a su fe.
“Ha hecho infinidad de milagros aquí en Metepec, a gente que ha estado muy delicada de salud, con cáncer o con otro tipo de enfermedades; se han acercado a pedirle con mucha devoción y han obtenido sus favores”, aseguró Javier Solis.
Secuelas por el sismo del 2017
A raíz del siniestro ocurrido el 19 de septiembre de 2017, varias viviendas y edificios de Metepec, sufrieron graves daños, y su parroquia no fue la excepción, pues presentó grietas en sus cúpulas internas y cuarteaduras en sus muros y fachadas. Sin embargo, esta situación animó a la población a luchar por rehabilitar este espacio.
Cinco años después, a través de un apoyo federal, lograron concluir el proyecto y actualmente, cuentan con una capilla de oración para que la fe se mantenga en la región.
CHM