Con un cúmulo de sentimientos encontrados, toda la familia Castro, desde el más chico hasta el más grande, se dieron cita este 23 de mayo en la esquina de la 7 Oriente y 2 Sur para terminar de vaciar el local que albergó a la primera tienda de regalos del Centro Histórico: Regalos D’Castro.
Este negocio familiar cerró sus puertas de forma definitiva luego de 70 años de historia, lo que le da el título de la primera tienda de regalos de la capital poblana.
A causa de la crisis económica creada por la contingencia sanitaria, el establecimiento dejó de ser redituable. De los 14 meses en pandemia, siete estuvieron cerrados; con lo que se perdieron fechas importantes de venta en meses como diciembre, enero y febrero.
Pese a su reapertura en marzo, las ventas no mejoraron debido a los cierres solidarios y la reducción de movilidad en el Centro Histórico, por lo que en abril anunciaron su cierre y comenzaron con ventas de remate y liquidación.
Desde entonces, los stands lucieron semivacíos. Los peluches fueron extendidos por las ventanas para evitar una vista vacía, los chocolates dejaron de surtirse y ya no hubo actualizaciones de temporada en globos metálicos. El 14 de abril colgaron las primeras lonas informando su cierre definitivo.
Leticia Castro Senties, propietaria del negocio, atendió a sus clientes hasta el último momento.
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A ellos también informó que Regalos D´Castro mudará sus servicios a redes sociales para ver actualizaciones y tendencias y realizar pedidos o apartados y así mantenerse cercanos.
“Aquí crecimos mis 8 hermanos y yo. Después del kinder y la primaria, todos pasamos nuestras tardes en el negocio, lo que hace más difícil despedirse de este espacio. En lo personal, dejé aquí mi vida, mis ilusiones y aprendí a amar lo que hacía. Sí, me voy triste pero vamos a seguir trabajando por redes sociales”, declaró a este diario.
Regalos D´Castro inició en 1951 como una mueblería muy elegante, su fundador Roberto Castro Silva fue paisajista, decorador y co-fundador del Barrio del Artista.
Después de 20 años, Leticia y sus hermanas tomaron el negocio y le dieron un nuevo aire: vender regalos para toda ocasión. Desde entonces, muchas generaciones de poblanos se dieron cita en este punto para adquirir presentes, siendo los enamorados el sector principal.
A inicios de mayo, la propietaria cambió la lona, su mensaje era de agradecimiento por tantos años de cobijo: “Ha sido un placer ser tu cómplice en esos momentos tan especiales, en cada regalo imprimimos amor y originalidad”.
“Se queda un legado y un recuerdo muy bonito en Puebla; en cuestión de ilusión y amor para todas las familias, las parejas y los novios son recuerdos muy hermosos que ahora atesoramos como familia”, ahondó Leticia.
La covid-19 no solo ataca personas. Sin importar giros, años de esfuerzo, ni intentos de supervivencia, de acuerdo con cifras de cámaras empresariales, este virus le quitó la vida a más de 700 negocios establecidos en el Centro Histórico.
mpl