Puerta del Cielo, una entrada al paraíso en Pinal de Amoles, Querétaro

NATURALEZA

Puerta del Cielo es una parada infaltable en el camino hacia Pinal de Amoles y donde se observa un paisaje asombrosos.

La puerta del Cielo, en Querétaro. Foto: WEB.
Querétaro /

Con un paisaje que podría simular una entrada directa al paraíso, Puerta del Cielo es una parada infaltable en el camino hacia Pinal de Amoles; se le conoce así por ser la punta más elevada de las montañas que componen Sierra Gorda y donde se observa uno los paisajes más asombrosos de Pinal de Amoles.

El nombre de ‘Puerta del Cielo’, se le da también por la sensación que los visitantes experimentan al visitar el lugar, pues siendo el punto más alto de la carretera, se pueden apreciar las nubes y los cerros, escondiendo entre la niebla al pueblo que se encuentra por debajo, al que se llega tras comenzar el descenso en la carretera.

Puerta del Cielo, una entrada al paraíso en Pinal de Amoles, Querétaro


¿Cómo llegar?

El punto específico se ubica sobre la carretera San Juan del Río – Xilitla, en el kilometro 135.5, justo a un lado de la brigada contra incendios.

Podrás ubicarla también porque en la parte superior del lado derecho se encuentra una capilla, en la que se venera a la Virgen María, en la capilla se puede leer una leyenda que dice “Virgen María Puerta del Cielo”.

La puerta de entrada a Pinal de Amoles

Pinal de Amoles es un pequeño pueblo ubicado en el estado de Querétaro, mismo que se encuentra rodeado de cerros boscosos y en donde prevalece el clima frío durante casi todo el año.

Pese a que la conocida como ‘Puerta del Cielo’ es apenas una parada en las carreteras de Querétaro, esta regala un hermoso paisaje de montañas, donde además se mezclan los colores del amanecer y el característico mar de niebla de Pinal de Amoles.

Pinal de Amoles, en Querétaro, y su 'Mar de neblina'.


Es sobre todo durante la temporada de invierno, que debido al distintivo clima de este pueblo, se forma una particular neblina, conocida como ‘mar de niebla’, este espectáculo se contrasta con los techos rojos que componen el lugar, regalando una imagen digna de una postal.

En el pueblo puedes encontrar bellos balcones, calles angostas, además de una pequeña plaza en la que se encuentra el monumento homenaje a los mineros, vocación que dio origen a este lugar en el año de 1606.

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