¿Existe una relación entre las pizzas y las crisis mundiales? La respuesta puede indicar que sí. Horas antes de que Irán lanzará decenas de drones y misiles contra Israel, un usuario de X detectó que las ventas de pizza habían aumentado en Estados Unidos.
Este curioso dato, hizo recordar a varios expertos de política e inteligencia sobre el Pizza Meter o Pizzint (Pizza Intelligence). A continuación, te decimos de qué se trata.
¿Qué es el Pizza Meter?
El Pizza Meter es un indicador del aumento abrupto de los pedidos de pizza en momentos de crisis en sedes importantes del gobierno de Estados Unidos. Es decir, que de manera repentina se realizan muchos pedidos de pizza al Pentágono, la Casa Blanca o la CIA.
Este indicador evalúa la participación de Estados Unidos en las crisis globales en función de la ocupación de pizzerías locales cercanas a los organismos encargados de la defensa del territorio estadounidense.
Esta teoría tomó fuerza tras la confesión de Frank Meeks, propietario de 59 franquicias de Domino's en el área de Washington, sobre los grandes pedidos de pizza que realizaban las personas de la Casa Blanca y el Capitolio, empleados del Pentágono y gente de los medios de comunicación que trabajan hasta altas horas de la madrugada para mantenerse.
Por otro lado, un registro de 1998 de The Washington Post indicó que este tipo de eventos relacionados con los pedidos de pizza son más comunes de lo que parece. Jess Pierce, gerente de Pizza Hut en Colombia Pile en Arlington reveló que desarrollaron su propio sistema de entrega para evitar demoras en el Pentágono.
En lugar de llevar un pedido directamente a una oficina del Pentágono, se solía llamar con anticipación y pedir al cliente que se reúna con el conductor para realizar la entrega y así evitar el control de seguridad habitual.
El orígen de la teoría Pizza Meter
De acuerdo con el usuario de X, el científico político Álvaro Cremades, la pizza se convirtió en una subinteligencia que se remonta desde la Guerra Fría, siendo tomada por los funcionarios soviéticos con sede en Washington.
Cuando los funcionarios soviéticos veían tantos camiones hacer entregas de pizza, daban aviso a la embajada soviética para alertar a Moscú de que alguna crisis social o política se estaba gestando en algún lugar del mundo.
El indicador se hacía más obvio cuando llegaban pedidos de pizza más allá de las once de la noche o después del horario de cierre de la mayoría de los restaurantes, porque miles de empleados de distintos edificios gubernamentales estadounidenses tenían que quedarse trabajando hasta altas horas de la noche o de la madrugada.
Uno de los récords de venta de pizzas más populares se registró el 21 de agosto de 1991 con entregas a la Casa Blanca y al mismo tiempo, coincide con el golpe de estado en la Unión Soviética, el récord anterior a este fue en la previa de la Guerra del Golfo.