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Cambio a calandrias eléctricas se encuentra en la incertidumbre en Guadalajara

Los trabajadores aseguran que no les dan información, mientras que activistas por animales no creen que haya voluntad de cumplir con quitar a los caballos de esta labor.

Josefina Ruiz y Fátima Briceño
Guadalajara /

Los operadores de calandrias no han sido notificados sobre el arranque de la segunda etapa para pasar a unidades eléctricas a mediados de febrero, anunciado el pasado martes por la presidenta municipal de Guadalajara, Verónica Delgadillo, e incluso en el ayuntamiento continúan realizando trámites para renovar las placas de las unidades tradicionales.

Se trata de un proceso que comenzó desde 2017, con la administración de Enrique Alfaro Ramírez, y que siete años después no ha sido concretado. Hasta este miércoles, no habían recibido información oficial al respecto, y aunque dijeron que se adaptarán a las nuevas normativas, señalaron que las calandrias eléctricas que se proponen como reemplazo son más pequeñas y tienen capacidad para tres personas.

Entregan 42 kits de robótica a escuelas de Jalisco. (Fátima Briseño)
Entregan 42 kits de robótica a escuelas de Jalisco. (Fátima Briseño)


¿Qué dicen los trabajadores de calandrias?

“Ya no sabemos ni qué, nos tienen enfadados ya con lo mismo de siempre, no creo, porque no hay más calandrias y no nos pueden dejar sin trabajar, pues es que todavía no están, no pueden quitar estas hasta que no salgan las otras, hasta que las traigan todas, pero si las dan eléctricas, tú crees que vayan a llegar igual de bien en cuanto a los ingresos, a lo mejor va a ser igual, hay gente que le gusta más la de caballo, llega la gente y lo acaricia”, compartió uno de los calandrieros del Centro Histórico tapatío de manera anónima.

De acuerdo con los calandrieros hay 39 unidades que siguen funcionando con caballos y solamente 17 eléctricas, éstas últimas, afirman, han presentado múltiples fallas, lo que añade una dificultad adicional a la transición.

Esas calandrias son importadas, ellos duran más de un mes sin trabajar hasta que les traigan las piezas, imagínese; hay días buenos, hay días, malos mi carrito se me descompone y voy al taller y me lo arreglan, y mire ahí está esa y hace ratito así quedan otras dos; y seguido los compañeros duran hasta un mes, dos meses, sin trabajar porque las piezas son importadas, ¿dónde está el beneficio para uno?”, cuestionó.

Todavía este miércoles los calandrieros realizaron trámites para renovar las placas de las unidades tradicionales, “a nosotros no nos han dicho nada de que ya vayan a salir ni nada de eso ha habido, que yo sepa nada”, reveló.

Calandrieros en desacuerdo con el cambio a las calandrias eléctricas en centro de Guadalajara


¿Qué dicen activistas sobre el cambio en calandrias de Guadalajara?

La dirigente de Naturaleza Animal y vocera de Agrupaciones por los Animales de México, A.C., Susana Cruz Aguilar, afirmó que en la organización hay escepticismo sobre el cumplimiento de las autoridades municipales, pues es una promesa que se ha hecho en tiempos electorales, pero no se ha visto cumplida en su totalidad.

“Cuando anunciaron que en julio se iban a terminar nosotros dijimos ‘espérense, porque no va a suceder’, y no sucedió, entonces no tenemos ningún voto de confianza, es más, queremos que nos callen la boca, o sea, que nos diga, ahora sí sucedió, porque no nos confiamos”, dijo la activista, quien recordó que no es la primera vez que escuchan esta promesa, “queremos derechos, no palabras”.

La activista consideró que las promesas responden más a estrategias electorales que con una verdadera intención de cambiar las unidades, e incluso han pedido información a través de Transparencia al respecto y no han tenido respuesta.

¿Qué afectaciones tienen los caballos?

Cruz Aguilar señaló que desde 2016 que se hizo el anuncio de sustitución de caballos los avances han sido limitados, y los animales presentan problemas de salud físicos y mentales, “porque el hecho de tener a los animales ahí parados por horas, hasta que llega alguien que los utiliza, y las faltas recurrentes que pese a que hay una reglamentación de 2016 no se cumple”.

Como parte de la normativa, dijo, está prohibido subir a más de cinco personas, pero afirmó que hay quienes suben hasta ocho. “Guadalajara es un pionero, la ciudad es pionera en este cambio por calandrias eléctricas, ¿y qué pasó? pues al día de hoy, ahí siguen los caballos, las faltas son recurrentes”.

Entre las condiciones que sufren, refirió Cruz Aguilar, está el intenso calor en el que trabajan, a pesar de que el reglamento establece que no deben estar a más de 32 grados centígrados; además recorren una larga distancia para llegar al centro tapatío, donde tampoco cuentan espacios para resguardarlos.

SRN



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