José Luis Hernández, joven oriundo de Ayotzinapan, junta auxiliar de Cuetzalan del Progreso, quien apenas está por cumplir los 24 años, es el joven volador que la tarde de ayer cayera mientras participaba en la danza ritual celebrada en el atrio de la Capilla de San José, en el municipio de Huaquechula.
Sin embargo, pocos saben que el joven estudiante de Ingeniería Química, en la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) ha practicado esta danza desde pequeño, cuando tenía la ilusión de participar en la compañía de sus tíos Gabriel y Juan Morales Hilario, quienes son herederos de esta tradición desde hace varias generaciones.
José Luis comenzó sus estudios, pero no abandonó la práctica de la danza
Pese a cursar sus estudios en la capital poblana, en donde enfrenta los constantes desafíos que vive un estudiante foráneo, Hernández viajaba con frecuencia a su tierra natal para continuar la preparación física e intelectual que esta danza exige, pues para él, ser volador es una forma de vida, tanto así que ni la propia pandemia pudo detener sus ansias de volar, siendo su compañía, la primera que se presentó en el municipio de Acajete, portando mascarillas cubrebocas bordadas con las características que distinguen los textiles del Totonacapan.
Fue en la fiesta patronal del 16 de Agosto de 2020, que él y su compañía, a la que llaman “Cuetza Oficial”, compartieron la exclusiva a Milenio: “Nos presentaremos por primera vez, tras varios meses de encierro, usando cubrebocas elaborados por nosotros mismos, a ver si van.” Pero la compañía, ya había realizado algunos otros actos innovadores, al ser una de las primeras en incorporar mujeres a su cuadro de danzantes, muchas de ellas con estudios universitarios.
El interés de José Luis por preservar sus tradiciones, lo ha llevado a involucrarse a profundidad con todo lo que implica la danza ritual de los voladores, incluida la Ceremonia del Perdón, a la que este medio también fuera invitado en el 2019; en ella, él y sus tíos, se internaron en un bosque de Tetela de Ocampo, para pedir perdón “a la madre naturaleza, por cortar uno de sus elementos, que es vital para ella, pero también para nuestra danza.”
Ataviados con sus ropas características, los danzantes giraron alrededor de un árbol de cerca de 30 metros, al que el joven volador rocío de agua bendita y todos ofrendaron flores blancas, además de sahumarlo con incienso y copal, mientras tocaban la flauta y el tambor, pidiendo al cielo y a la tierra, su protección para no caer del aire.
Recientemente José Luis y la compañía “Cuetza Oficial”, se presentaron en la Sierra Norte, precisamente en Xilocuautla, una comunidad de Huauchinango, donde presentaron entre los voladores, al Caballero Jaguar, además de los tradicionales Caballeros Aguila.
Al momento, Cuetza, como también le llaman sus compañeros de clase, se encuentra internado en el Hospital de Traumatología y Ortopedia del gobierno estatal.“Hasta ayer estaba feliz porque pronto se tomaría la foto de graduación”, reveló un amigo de la familia, quien apuntó que todos aquellos que quieran apoyar a José Luis, pueden hacerlo depositando a la tarjeta 4169160417155687 de BanCoppel, o bien buscar a su hermano Juan, quien ha hecho saber que pese al golpe, el volador se encuentra bien de sus facultades mentales y puede comunicar, pero presenta fracturas en el hombro y en el pie.
mg