Realizan más de 700 inspecciones por contaminación auditiva en Puebla

La contaminación auditiva es una problemática que afecta sobre todo a las zonas con mayor población, debido a la emisión de ruidos o volúmenes excesivos, mismos que pueden generar severos problemas a la salud de las personas y que, a pesar de existir una legislación en el tema, este todavía no es visibilizado por las autoridades y la propia sociedad.

De acuerdo con lo estipulado dentro de la Ley de Prevención y Atención de la Contaminación Visual y Auditiva, esta última se define como la presencia en el exterior o interiores de edificaciones, de ruidos que provoquen daños o impliquen riesgos a la salud de las personas o al medio ambiente.

En este sentido, en entrevista con MULTIMEDIOS Puebla, el doctor Romeo Alberto Saldaña Vázquez, integrante del Instituto de Investigación en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga S.J. de la Universidad Iberoamericana Puebla, señaló que la contaminación auditiva no es un tema del cual sean conscientes las personas y las autoridades.

En este sentido, indicó que son las grandes urbes en las cuales se presenta con mayor frecuencia esta problemática, toda vez existen distintas fuentes emisoras de ruido, tales como los vehículos, comercios, construcciones y los hogares, por lo que consideró importante que se visibilice dicha situación.

Saldaña Vázquez detalló que la problemática genera severas afectaciones para la salud de las personas, ya que la exposición a sonidos elevados puede incrementar los niveles de estrés e incluso la pérdida de la audición en los individuos.

“No se miden los efectos de esta contaminación, lo que provocan los ruidos excesivos que van por arriba de los 55 decibeles es que empieza a haber molestias, estrés; además de que puede provocar la pérdida de la audición”, expresó.

A consideración del especialista, existen dos formas con las cuales se puede prevenir la contaminación auditiva, una de ellas es contar con un correcto ordenamiento territorial y sus actividades.

De igual manera, refirió que se debe de contar con áreas verdes y que estas a su vez tengan árboles de gran tamaño, ya que de esta manera se evita que el ruido tenga una mayor propagación.

“Una medida de prevención es promover que haya espacios naturales, hay estudios en Puebla en donde el tamaño de los parques y la altura de los árboles reduce mucho la contaminación. Otra medida es promover que haya un ordenamiento territorial adecuado de las actividades, en donde las que producen contaminación acústica, no sea en espacios públicos a donde se va a descansar”, declaró.

Antros en Cholula, fuentes de contaminación

Una de las zonas en donde más contaminación auditiva se presenta es en San Andrés y San Pedro Cholula, ya que a consideración de los habitantes de ambos municipios, la zona de antros y las fiestas que se hacen en viviendas, exceden los niveles de sonido permitidos.

En este sentido, Jesús Peregrina, habitante de dicha zona de la entidad, lamentó que las autoridades no atiendan dicha situación, a pesar de que es una constante la realización de fiestas con exceso de sonidos.

“Hay ocasiones en que hay fiestas en algunos lugares de Cholula y son las 12 o 2 de la madrugada y la música está en su apogeo y no se sabe con quién acudir para quejarse, todo eso es contaminación y son molestias para los ciudadanos”, expresó.

Por su parte, Gerardo Pérez refirió que esta situación puede generar severas afectaciones para las personas de todas las edades, hecho por el cual se debe de aplicar la ley que existe para dicho tema.

“En la ciudad molesta mucho el ruido y que anden tocando el claxon, según iba a haber infracciones para la gente que hiciera ruido, ya sea en las casas o los que tocan el claxon de más, porque nos afecta a todos, a niños y adultos”, dijo.

Regulación de decibeles

La música en el Zócalo de Puebla genera un ambiente de relajación, pues se emite en decibeles adecuados, por lo que la gente que se sienta en las bancas porfirianas vive una estancia placentera, pero también está el audio de las bocinas afuera de algunos establecimientos o el de un artista urbano, sonidos que son atractivos para ingresar a un local o para escucharlos. En contraparte está el ruido en los antros, que es una molestia a decir de los ciudadanos, pues son de los establecimientos que menos respetan la norma.

Y es que el gobierno de la ciudad, a través de la Normatividad Ambiental e Imagen de la Secretaría de Gestión y Desarrollo Urbano, verifica que los negocios no rebasen el nivel de ruido permitido, que es de 65 decibeles de las 22:00 a 06:00 horas y 68 de las 06:00 a las 22:00 horas.

Durante un sondeo realizado por MULTIMEDIOS Puebla, las personas entrevistadas, señalaron que les llama la atención que los locatarios tengan música para que el ambiente sea ameno al realizar sus compras. Para Sandra Orduña este tipo de sonidos no son molestos, a ella le atraen y le invitan a hacer compras, como fue el caso que vivió en un comercio ubicado en la calle 5 de Mayo. Y agrega que sentada en una banca del zócalo disfruta del ambiente musical “me relaja ver el agua de la fuente de San Miguel y la música es un extra”.

Por separado, el señor Ernesto Sánchez indicó que le molesta la música que rebasa los decibeles, sobre todo en los bailes sonideros, y agregó que a pesar de que vive en la zona de Ciudad Universitaria, los establecimientos respetan la norma.

Sanciones a comercios

En entrevista, el director de Normatividad Ambiental e Imagen de la Secretaría de Gestión y Desarrollo Urbano, Manuel Díaz García, precisó que es el área de Coordinación de Inspección la cual se dedica a realizar todos los procedimientos en los establecimientos.

Ante esto, indicó que muchos comercios que no son de giros controlados usan ruido o música en alto volumen, con la creencia que estimularán a los clientes, por lo que al realizar los recorridos se les recomienda no rebasar los niveles.

“Les digo que realmente eso no llama la atención, pues no voy a comprar algo porque oigo más ruido en una tienda y todo esto lo notificamos a la coordinación de inspección para que haga las visitas correspondientes, y en ocasiones se hace el retiro del equipo y se sanciona”, enfatizó.

En este año en la capital poblana se han aplicado 12 sanciones económicas de 20 a 40 Unidades de Medida y Actualización, y los establecimientos que cometen esta falta son tiendas de ropa y de abarrotes, esto en el Centro Histórico.

Díaz García indicó que en las calles 6, 8 y 10 Poniente es donde se registra que los dueños no respetan los niveles permitidos. Mientras que en el caso de los antros, dijo que está a cargo la coordinación de inspección, pero su área hace la invitación para colocar medidas de mitigación y a bajarle de nivel al ruido. Y aunque reconoció que todos acceden a la recomendación: una vez que se retiran del antro, los dueños o empleados le vuelven a subir de volumen.

El procedimiento consiste en realizar dos visitas y a la segunda si no hacen caso se aplica la multa o llegan a la clausura.

Ante esto, Manuel Díaz explicó que las medidas de mitigación son: colocar las bocinas al interior del establecimiento y doble muro, a la par precisó que las zonas más conflictivas de antros están en Los Sapos, avenida Juárez, Anzures y Huexotitla

En su turno, el secretario de Gestión y Desarrollo Urbano, Felipe Velázquez Gutiérrez, aseguró que son los dueños de los antros los que menos cumplen: “los antros son lo que más incurren en esta falta y tenemos casos de reporte de la gente que en la noche trabajan lavanderías o imprentas y el motor hace mucho ruido, por lo que, los vecinos se molestan por la vibración”, precisó.

Para finalizar, se puntualiza que del 1 de enero al 31 de octubre de 2023 la Coordinación de Inspección realizó 709 inspecciones por contaminación auditiva.

Es importante señalar que la capital poblana es la primera en contar con un área para vigilar y regular los decibeles, misma que fue creada en esta administración. 

AAC