Realizan en Ibero pase de lista de normalistas de Ayotzinapa y piden resultados a AMLO

El rector de la institución, Mario Ernesto Patrón Sánchez, resaltó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador enfrenta el reto de realizar una investigación de un caso que representa la macrocriminalidad.

Realizaron el pase de lista de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa en 2014 (Jesús Zavala)
Jaime Zambrano
Puebla /

La comunidad de la Universidad Iberoamericana Puebla, encabezada por el rector Mario Ernesto Patrón Sánchez y acompañada por los padres de uno de los estudiantes, realizaron el pase de lista de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa en 2014; y solicitaron resultados de las investigaciones que inició el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre el caso.

Durante la jornada “Ayotzinapa: entre el dolor y la esperanza” que se realiza en la Ibero Puebla, el rector de la institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita, Mario Ernesto Patrón Sánchez resaltó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador enfrenta el reto de realizar una investigación de un caso que representa la macrocriminalidad.

“Estamos ante un caso de macrocriminalidad, hoy hay policías que deberían estar en la cárcel. El basurero no se sustenta científicamente, luego vino la etapa de la mentira propia de la gestión de Peña Nieto; y en la tercera fase vino la debacle de la mentira histórica”, comentó.

Ante los padres de César González Hernández, uno de los normalistas desaparecidos originario de Tlaxcala, Mario González e Hilda Hernández, Patrón Sánchez destacó que Ayotzinapa representa la institucionalidad podrida.

“Ninguna institución hizo su trabajo. No hay duda hoy de que en Ayotzinapa se presentó la participación directa del Estado coludida con Guerreros Unidos, una banda que transportaba heroína y otras drogas a Estados Unidos”, comentó.

Señaló que la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, ubicada en Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014, solo puede pasar por el vínculo del poder político con el crimen organizado.

“A pesar de todo el sufrimiento y la tragedia, era posible dar un giro de tuerca. Hay control territorial del crimen organizado porque no pasa nada. Ese es el incentivo, la impunidad. Se necesitaba una investigación de mayor calado. Mucho decía el gobierno de Peña Nieto que llevaba 120 detenidos, pero ya llevamos 70 personas liberadas.

Comentó que pese a todo lo que está sucediendo, Ayotzinapa, también, representa una esperanza a partir del acompañamiento a los padres de familia y a los integrantes de la sociedad para acabar con la impunidad.

“Acompañar a los padres y madres de Ayotzinapa es acompañarnos a nosotros mismos por la paz, por el estado de Derecho, por un mejor entorno”, resaltó.

Por su parte, Mario González recordó que su hijo, César, estaba estudiando la carrera de Derecho en una de las sedes regionales de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) en la zona de Grajales; sin embargo, un día decidió apoyar a las personas más necesitadas y se fue a impartir clases bajo el sistema del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) en la zona de Coapiaxtla.

Agregó que, tras descubrir su vocación docente, su hijo decidió comenzar sus estudios en la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, ubicada en Ayotzinapa, Guerrero, con el objetivo de cumplir sus sueños.

Por su parte, Hilda Hernández, madre de César, con lágrimas en los ojos, comentó que conoció la Normal de Ayotzinapa hasta después de que recibió la noticia de que su hijo era uno de los desaparecidos hace casi cinco años.

“Todas las madres nos reunimos, todas angustiadas por no conocer a nuestros hijos. Nosotros no sabíamos cómo se movían, ni qué sucedía en Guerrero. Pensamos que era fácil, pero llevamos cinco años (…). Cinco años pidiendo y exigiendo que nos entreguen a nuestros hijos porque policías de todas las dependencias de Guerrero y federal, el Ejército, se los llevaron”, comentó ante la comunidad universitaria.


ARP

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