A ocho años de iniciar su mandato, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, está listo para dejar el cargo en noviembre y lo hará con la confianza de que la siguiente persona que encabece el Poder Ejecutivo federal será respetuosa del funcionamiento y la autonomía de la institución educativa.
Con una actitud relajada, Graue conversa con MILENIO sobre los aciertos y pendientes de su gestión y aclara que las respuestas que la UNAM dio frente a embates políticos y retos como la pandemia se caracterizaron por ser “prudentes y contundentes”.
El oftalmólogo recalca su respeto por el proceso de sucesión y sostiene que la titularidad de la institución no es una cuestión de profesiones ni de género.
¿Cómo califica su gestión tras ocho años?
La universidad ha crecido en ese tiempo, estoy muy satisfecho con ello, lo ha venido haciendo tanto en incremento de oferta académica como en la apertura de nuevos lugares para jóvenes; hemos crecido 34 mil estudiantes en estos ocho años y hoy ya son casi 380 mil. Me siento contento también de haber podido superar el gran reto que representó la pandemia, pues al cabo de 10 a 15 días pudimos trasladar toda la educación a distancia.
¿Cómo considera su respuesta frente a las críticas del gobierno federal contra la UNAM?
La universidad ha crecido en ese tiempo, estoy muy satisfecho con ello, lo ha venido haciendo tanto en incremento de oferta académica como en la apertura de nuevos lugares para jóvenes; hemos crecido 34 mil estudiantes en estos ocho años y hoy ya son casi 380 mil. Me siento contento también de haber podido superar el gran reto que representó la pandemia, pues al cabo de 10 a 15 días pudimos trasladar toda la educación a distancia.
Considero que ha sido con mesura prudente y contundente. La universidad debe actuar respetando los derechos de las personas con la energía necesaria y con la prudencia que se requiere para poder siempre escuchar las voces. La mesura es con justicia y la justicia siempre es contundente. Sobre que la universidad es neoliberal, por supuesto que no comparto su opinión; el Presidente es un egresado distinguido de nuestra universidad, la escuchamos (su opinión), en particular no la comparto y creo que esa diferencia ya quedó zanjada.
¿Por qué hay quien busca tratar de intervenir en la UNAM?
Porque no lo entienden. Cuando se pretende hacer eso no entienden que es una universidad libre y plural que se gobierna en forma muy democrática con más de 700 cuerpos colegiados donde no hay decisiones unipersonales.
¿Observa que sea una estrategia desde el gobierno federal?
No y el Presidente ha dicho muy claro que respeta la autonomía universitaria. Sobre los intentos de cambiar la Ley Orgánica, surgió (la propuesta) de dos representantes de Morena, pero fueron rápidamente desmentidos por su propio partido, y los candidatos aspirantes que pueden llegar a ser la candidatura de Morena a la Presidencia son gente que conoce muy bien la universidad, serían muy respetuosos hacia ella y no lo harían. A Xóchitl Gálvez no la conozco, pero tengo la impresión de que también sería una gente respetuosa.
¿Cuál es el gran pendiente de su administración?
El tema pendiente es eliminar la violencia contra las mujeres y procurar la igualdad; hemos avanzado, pero todavía hay un territorio por caminar. Otro es la transformación gradual pero firme de la educación a distancia y al sistema de educación abierta y presencial tendrán que irse fusionando gradualmente. De los pendientes que quedan es la forma en que nos relacionamos con el personal académico, a lo que le llamamos estatuto de personal académico; hemos ido mejorando algunas partes sin cambiarlo, pero es una de las cosas que se tendrán que hacer.
¿La UNAM aún puede crecer?
La universidad puede seguir creciendo. Sí tiene un punto de saturación importante porque el incremento presupuestal no ha ido de la mano con el incremento de la oferta académica y de la matrícula y hay carreras que pueden crecer, otras ya están muy saturadas.
¿Qué perfil debe de tener el próximo rector?
Que conozca bien la universidad, que la quiera con toda intensidad y que se comprometa con un trabajo constante y firme. Alguien que debe tener conocimiento clave de la autonomía, de poder crear nuestros planes y programas y tener una libertad de cátedra.
¿Mujer u hombre en Rectoría?
Rectoría no es de profesiones ni de género. Veo con muy buenos ojos a los aspirantes, todos ellos son gente excelente.