En entrevista para el programa Cambio de Canal 6, el doctor en Derecho y exrector de la Universidad de Guanajuato, Luis Felipe Guerrero Agripino, así como el expresidente de la comisión de Seguridad en el Congreso estatal, Martín López Camacho coincidieron al calificar como innecesario que haya una reforma al Poder Judicial justo cuando el estado de Guanajuato y otras entidades del país viven una situación delicada de inseguridad y violencia.
Ambos aseguraron que al poner en marcha la mencionada reforma al Poder Judicial, aumentará la percepción entre la sociedad de la impunidad en la impartición de justicia.
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“Traer esta reforma (al Poder Judicial) esta percepción de impunidad va a crecer porque yo no le veo cuadratura a lo que se aprobó”, dijo el exlegislador local panista.
López Camacho aseguró que no era el tiempo y ni la forma de llevar a cabo una reforma al Poder Judicial debido a que los integrantes de dicho poder eran los que más se habían estado preparando para impartir justicia tras la reforma realizada en el año 2011.
Señaló que hoy en día, el Poder Judicial tiene otras situaciones más complejas que atender para poder lograr una impartición de justicia pronta y expedita tales como la rotación de personal, el mejoramiento de la capacitación del personal y el gran número de expedientes por resolver.
“Ojalá y yo me equivoque porque si esto pasa, sería para bien, pero creo que esta reforma judicial es inoportuna, es mi opinión”, recalcó.
Por su parte el doctor en Derecho y exrector de la Universidad de Guanajuato consideró que lo que hacía falta era poner en marcha una reforma estructural al sistema de impartición de justicia y no solamente al Poder Judicial.
“Al ciudadano de a pie, ¿Qué le interesa?, pues una justicia de calidad, que sea pronta, que sea expedita y lo menos desgastante posible, Artículo 17 de la Constitución, eso es, eso es lo importante, esta reforma no atiende eso”, dijo.
Destacó que la mencionada reforma se enfoca solo en los procesos de selección del Poder Judicial y aunque enfatizó que, si bien no existe un modelo perfecto para tener a los juzgadores más preparados en los puestos de impartición de justicia, desde el año 1994 se tomó en cuenta la carrera judicial y con ello poder asegurar que tengan mayor experiencia.
Ante ello, consideró como riesgoso volver a cambiar el modelo de selección debido a que la medición de conocimientos y experiencia será totalmente distinta y para llegar a estar al frente de un juzgado o tribunal se requiere de una formación previa que incluya no solo los conocimientos en Derecho sino también la experiencia de haber desempeñado varios puestos en el Poder Judicial.
Concluyó afirmando que el proceso de selección que plantea la aprobada reforma al Poder Judicial es riesgoso debido a que, hasta el momento, el país no cuenta con la logística para llevar a cabo dicho método.