Amor por la enseñanza, clave para la educación en tiempos del covid-19

Luz Aurelia Cuervo Bautista es una profesora que imparte clases a estudiantes indígenas de primer año de educación básica de Huejutla

Luz Aurelia Cuervo Bautista, maestra en Huejutla. (Especial)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

Reza la frase de José Vasconcelos que “es legítimamente maestro, el que trata de aprender y se empeña en mejorarse así mismo”, una premisa que día a día practica Luz Aurelia Cuervo Bautista sin ser consciente de ello, porque su labor de profesora ha ido más allá de envolverse en los hechos que hoy, en tiempos de covid-19 y clases a distancia, han logrado que más de un profesor entre en sublime desesperación.

Y es que esta maestra inició sus clases a “distancia” con alumnos y alumnas de educación preescolar, del Centro de Educación Preescolar Indígena José López Portillo, allá en Chiatipan en el municipio de Huejutla, en una comunidad en la que pocos tienen teléfonos inteligentes, televisor o internet, y familias completas, pero rebrota el entusiasmo de decenas de menores ávidos de aprender, el motor principal de esta docente que realiza acciones más allá de lo que una o un profesor promedio se atreve a hacer.


“Me vestí de payasita y mis compañeros, Epifanio Hernández manejó la camioneta y Esperanza Martínez se puso la botarga de Dora la Exploradora para visitar a nuestras y nuestros alumnos en el primer día de clases, porque dijimos: si ellos no pueden venir a la escuela, la escuela los buscará".
“Es muy importante para nuestros pequeños estas experiencias, porque trabajamos en una zona de difícil acceso y las fuentes de trabajo son escasas, además de que el salario de las personas es el mínimo, la mayoría de las personas se dedican al campo o a la asistencia de casas, por lo que los programas sociales acá sí funcionan porque así las niñas y niños pueden continuar en la escuela ”, expresa con entusiasmo.
Los profesores llevaron a Dora la Exploradora a visitar a sus alumnos en el primer día de clases. (Especial)


Ante este atípico inicio de ciclo escolar 2020-2021, en la que niñas y niños, así como adolescentes, deben de tomar sus clases a través de la televisión y cuadernillos de actividades, esta situación se complica más en la zona porque muchas familias no cuentan con televisor y las que lo tienen, no cuentan con sistema de cable o les falla la recepción de la señal abierta, además de que no están contextualizadas para el sistema indígena.

“La zona huasteca es complicada, por lo que mi plan fue empezar a trabajar vía Whatsapp pero no todos tenían acceso, por lo que algunos tuvieron que pedir prestado el número de algún vecino, porque de verdad que existe el compromiso de las madres y padres de familia, hicieron el esfuerzo desde el fin del curso anterior, hasta había mamás que se iban a la milpa en donde agarraban la señal para descargar las actividades".
“Cuando tenían que mandar evidencias, pues le ponían un poco de crédito a sus teléfonos prestados, buscaban señal y me mandaban las más que podían, además de que pusimos un horario de trabajo por las tardes, después de que se desocupaban de sus labores, para que se despejaran dudad, por lo que ha sido una experiencia grata”, expuso la maestra.

Luz no quería ser docente cuando tuvo qué elegir su profesión, pero la vida la encaminó a esta carrera que le ha dado más satisfacciones personales, de enseñanza de vida que dinero, porque además de ser maestra y tener a cargo a 30 menores, es directora comisionada, puesto que desarrolla sin un pago extra.

En Chiatipan pocos tienen teléfonos inteligentes, televisor o internet. (Especial)


“Es pasión la enseñanza, es mi vida, así que no me cuesta organizar y hacer algo más por las y los niños, así que voy entre semana para hablar directamente con las madres, padres o tutores para ponernos de acuerdo con el aprendizaje de las y los niños, se necesita el contacto directo para podernos organizar y que este ciclo escolar salga adelante, pero también tengo la ayuda incondicional de mi esposo que me apoya en todo".
“Realizo mis videos, con apoyo de mi hijo mayor, para que mis alumnos aprendan más, se realizan actividades de refuerzo porque en un sistema así no se tiene toda la atención de las y los pequeños, alguno se quedan dormidos en su silla (risas), pero es una forma de adaptarnos a estos cambios que estamos entusiastas de que todo saldrá bien”, explica Luz.

Entre sus preocupaciones actuales está el que ingresaron más niños de los que permite el sistema, ya que muchos papás se quedaron sin trabajo en otros estados y se regresaron al municipio, por lo que actualmente tienen a poco más de 10 “oyentes”, mientras la Secretaria de Educación Pública del estado (SEPH), resuelve la situación, que se suma la falta de libros gratuitos que falta por entregar.

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