Eduardo se levantó este lunes a las 7:15 horas. Se aseó, vistió, desayunó y alistó sus libretas, lápiz y colores. Posterior a ello, a las 9 de la mañana se sentó frente al televisor y una a una vio todas las clases correspondientes al primer grado de primaria.
En esta ocasión ningún apunte le pidieron realizar y tampoco le dejaron tarea ni tuvo receso o recreo. Tampoco se puso el uniforme escolar.
Todo estuvo supervisado por su abuelita, quien en caso de regresar en unos meses a las clases presenciales será la encargada de recogerlo del colegio y supervisar sus tareas, tal y como lo hizo durante su proceso en el jardín escolar.
Lucero Morales Cordero es la madre del menor de 6 años de edad, quien le solicitó el apoyo a su madre ya que tuvo que realizar una diligencia en un hospital desde temprana hora.
“No se nos complicó tanto por la levantada y la preparación, Eduardo es un niño que se levanta temprano y ya se viste solo”, señala.
Asimismo, añadió que su menor le señaló que le gustaron las clases, pero que no tuvo que escribir, “pero sí hubo ejercicios y que estuvo atento”.
Explicó que este método obliga a que esté bajo supervisión para que evitar distracciones. “Hay que tenerlo más disciplinado, no es desordenado, pero hay que tenerlo, a que observe, que entienda, que comprenda lo que están trasmitiendo, pero en general bien”.
Aclaró que ninguna clase se complementó con la intervención de la profesora de su escuela, quien vía WhatsAap les envió las indicaciones, la guía de estudios, la lista de actividades escolares y por la tarde se comunicaría con ellos para que a través de una videollamada conociera a su alumno y empezará a hacer su diagnóstico personal y complementarlo.
Recordó que la docente les envió un cuadernillo y un examen de diagnóstico, “además de que se estableció que cada determinado tiempo hay que enviarle evidencia de lo que está contestando el niño”.
De igual forma, la maestra les dejó en claro que cualquier duda podría consultarse en el momento que se requiriera.
Apuntó que su hijo extraña estar en la escuela. “Él piensa que va a estar con sus antiguos compañeros, pero como fue cambio de grado. Él extraña la convivencia con los niños, ve a una maestra físicamente, ocupar colores, sus útiles”.
“Hay que estar repasando más palabras para que no se confunda. Él es un buen alumno”, mencionó.
Relató que su hijo tiene una amplia expectativa de trabajos, “a veces quiere ser bombero, como practica taekwondo también le gusta”.
Por último, aseguró que el menor está informado que por la contingencia sanitaria no se puede salir y deben emplearse todos los aditamentos, como cubrebocas, "al principio estaba muy asustado”, finaliza.
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