La empatía, amistad y fraternidad movilizó a un grupo de más de 50 ciudadanos de San Juan Arcos Ojo de Agua, que trabajaron por más de 12 horas en rescatar los cuerpos sin vida de cuatro alpinistas que perecieron durante su ascenso al Citlaltépetl; gracias a su labor, hoy las familias afectadas podrán velar a sus seres queridos.
Durante la madrugada de este 21 de agosto se informó a través de la Cruz Roja Mexicana con sede en Puebla, que se había concretado con éxito el descenso de los dos últimos cadáveres atrapados en el Pico de Orizaba. Para ese momento el equipo de MULTIMEDIOS Puebla ya se encontraba arribando a las faldas del volcán, en el municipio de Atzitzintla, lugar donde personal de Protección Civil Estatal de Veracruz y autoridades locales preparaban el ingreso para las camionetas de rescate en que llegarían los cuerpos en cuestión.
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Eran cerca de las 10 horas del día, cuando las camionetas de la Cruz Roja Mexicana y también camionetas tipo pickup particulares comenzaron a arribar hasta el albergue de Atzitzintla, sin embargo, algo que llamaba la atención era el acompañamiento que decenas de civiles mantenían con las víctimas mortales que yacían en las bateas de los vehículos, mismos que no abandonaron hasta estar dentro del inmueble.
Poco a poco los ciudadanos fueron saliendo con pan, fruta, licor y sodas, así se comenzaron a relajar, retomar fuerza y contar las anécdotas de lo vivido.
"Yo ya me estaba acalambrando en el regreso, pero apreté fuerte para no dar lata"; "a mí me dio vértigo la última subida por eso esperé unos minutos y subí con el otro grupo"; "a mi me duelen los brazos de cargar pero ahorita, entrando en calor se calma", uno a uno, los hombres de diferentes edades dejaban ver que su trabajo en el volcán no había sido nada fácil y menos al no contar con equipo profesional de montañismo.
De entre el grupo destacaba el semblante de dos hombres, con jeans, chamarras comunes y pasamontañas o sombrero, ambos eran rodeados por el resto de sus compañeros, quienes en todo momento mencionaban cosas como "si nosotros nos cansamos, yo no sé cómo aguantaron ustedes".
Al acercarnos, conocimos a Óscar Juárez Mora de 33 años y a José Gerónimo Lobato Luna, de 49 años, ambos vecinos de San Juan Arcos Ojo de Agua. Ellos, con humildad e incluso un poco de timidez, charlaron sobre lo ocurrido con este medio de comunicación, siempre alentados por sus compañeros quienes los llamaban "héroes" y siempre renuentes a ser llamados así.
"Nos enteramos por voces de la gente, nos enteramos para ir al rescate de los muchachos que se habían caído, se habían desbarrancado del volcán. Fuimos los dos y el guía a quien le damos las gracias porque nos instruyó para ayudarle en el rescate", contó Oscar Juárez, quien además señaló que no podría describir todo el trabajo realizado a lo largo más de 12 horas continuas, puesto que solamente hicieron lo que el cuerpo y corazón le mandaba para ayudar.
Por su parte, José Gerónimo Lobato, apuntó que una de las víctimas, Hugo Cruz Sánchez de 19 años, era su vecino y que el impulso que los hizo subir al volcán en su rescate fue el sentimiento de empatía y solidaridad que tuvieron con los padres del joven, a quienes asegura: "no podíamos quedarnos viendo su dolor, su ansiedad por reencontrarse con su hijo".
A la par, el resto de hombres que subieron al Citlaltépetl, señalaban que todos se vieron alentados a ayudar por el ejemplo de Óscar y José Gerónimo. Además de esto, en estrevista con Ángel Israel Mendoza, coordinador de rescate en áreas montañosas de la Cruz Roja Mexicana con delegación Puebla, informó que cuando su equipo y el proveniente de la Ciudad de México tuvieron contacto con los cuerpos hasta las 3 horas del día del lunes, los civiles ya descendían los restos de las víctimas.
"Nosotros ya solo apoyamos con material técnico, con una camilla, para poder continuar con el descenso y a las 7 y media horas de la mañana, ya nos encontramos todos en el refugio de la cara sur del volcán, -Fausto Gómez-, continuamos el descenso con las unidades y entregamos el cuerpo a la presidencia de Atzitzintla " , expresó el rescatista que todas las maniobras de rescate se efectuaron a un aproximado de 4 mil 800 metros sobre el nivel del mar.
Es importante destacar que fue hasta este momento en entrevista con MULTIMEDIOS Puebla que se esclareció que las defunciones de estas cuatro personas; tres veracruzanos y un poblano, ocurrieron en dos eventos distintos, de dos grupos de alpinismo diferentes.
"Eran dos grupos distintos y tuvieron entre 49 minutos y una hora de diferencia entre los dos sucesos", señaló, al expresar que los afectados cayeron en el área cercana al "arenal de la cara sur", por lo que se les buscó en una misma jornada de rescate.
Gracias al trabajo de los civiles, amigos, los rescatistas de Protección Civil, de Cruz Roja, de la Brigada de Alpino de México y todos aquellos involucrados que quedaron en el anonimato, Hugo Cruz Vázquez; José Inés Sepagua, Carlos Altamirano Lima y Humberto Kenlly, pudieron volver a casa, sus familias los podrán despedir y aunque el volcán se llevó sus vidas, su recuerdo no dejará de hacer eco en sus veredas, donde, a decir de los civiles "no los puedes culpar por querer subir, todos queremos, es majestuoso, pero a veces perdemos la noción del riesgo por el anhelo de contemplar lo que todos te cuentan del volcán".
AAC