Escombros, la desesperación de la gente y la satisfacción de ayudar a salvar vidas, es lo que recuerdan José Gervacio y Ana Gabriela César, rescatistas del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) que trabajaron durante 15 días en Álvaro Obregón 286, edificio colapsado en la colonia Roma, durante el sismo del 19 de septiembre de 2017.
José cuenta que hace cuatro años se encontraban en una reunión con el grupo de rescatistas, luego del simulacro protocolario, cuando comenzó el sismo; de manera que recibieron órdenes de salir a recorrer la Ciudad de México para brindar apoyo, hasta que llegaron a Álvaro Obregón 286.
“Haciendo lo que es recorrido por lo que es la colonia la Roma y recibimos la emergencia de que nos aproximaramos al edificio de Álvaro Obregón 286. Cuando nosotros llegamos, el edificios estaba colapsado, había muchas ambulancias, mucha gente corriendo, mucha gente gritando”, relató a MILENIO.
Para ingresar tuvieron que abrirse paso por el cubo de las escaleras en la entrada principal, donde vieron que solamente tendrían acceso hasta el segundo piso, debido al derrumbe , y que al llegar ahí encontraron a tres personas atrapadas entre los escombros.
“Cuando nosotros llegamos a ese piso (el segundo) teníamos visibles a tres personas, las cuales estaban atrapadas entre los escombros y empezamos a trabajar para sacarlas. Las sacamos a las tres personas afortunadamente vivas y se hizo el traslado de esas personas.
“Posteriormente, subimos a lo que es la parte de azotea del edificio donde también estaban extrayendo personas que se encontraban en la parte superior. En los escombros había mucha gente y afortunadamente viva que también pudimos sacar por los edificios aledaños que se encontraban”.
Trabajaron 15 días en ese edificio, sacando personas vivas durante los primeros cuatro y posterior a eso, cada minuto que pasaba era vital; sin embargo, los días restantes “ya no fuimos encontrando personas vivas, si no empezamos a encontrar sólo cadáveres”.
Incluso, recuerda que en el último día de trabajos en Álvaro Obregón 286, llegó en la noche y le dijeron que faltaba una persona por sacar y que también al otro día ya iba a entrar la maquinaria, por lo que tenían que hacer todo lo posible por sacarla.
“Subimos con un equipo de seis personas del ERUM y otro grupo de otro equipo de rescate, nos dividimos por parejas y afortunadamente pudimos encontrar a la última persona que estaba en el edificio y pudimos entregarla a las autoridades para que pudieran decirle a su familia que lo habían encontrado”.
José explicó que lo que más lo marcó fueron las tres personas que rescató inicialmente y que el momento de satisfacción y fue cuando le dieron, ya que “es alegría y tristeza a la vez de toda la desgracia que se vivió en la ciudad”.
Por su parte, aunque también ayudó en los trabajos de rescate en Álvaro Obregón 286, Ana Gabriela vivió la frustración de no poder sacar al familiar de un médico en la calle de Puebla, también en la colonia Roma.
Detalló que era un edifico que se utilizaba como laboratorio para probar cosméticos y que colapsó tras el sismo, y que por sus carácter era muy poco probable que hubiera personas con vida; sin embargo, ella y otros compañeros ingresaron con la esperanza de tener éxito con alguna de las víctimas.
“Un médico se acercó y se puso a disposición de nosotros con el equipo que tenía, dijo yo soy el medico tal, vengo a ponerme a disposición suya, traigo medicamentos, equipo de cirugía, toda la ayuda que quieran porque tengo una familiar allá adentro. Cada oportunidad que teníamos de encontrar a una persona con vida, él tenía las esperanza de que fuera su conocido. Sin embargo no tuvimos éxito.
“Tuve oportunidad de encontrarlo después en otro hospital, por otras circunstancias, y no fue más que el agradecimiento porque creo que en todo momento hay que ser empáticos y ponernos en el lugar de la persona que está sufriendo”.
No obstante, la rescatista aseguró que momentos como ese no mérmanos determinación del personal del ERUM.
“Siempre vamos con esperanza de hacer bien nuestro trabajo, sea una persona viva o un cuerpo el que tenemos que rescatar, lo hacemos con la mejor intención de que su familia puede estar tranquila. Ante cualquier emergencia siempre vamos a estar ahí”.
DMZ