Artistas-detectives, esperanza para las familias de víctimas

Los dibujantes forenses dan vida a esos rostros de las personas señaladas como responsables de delitos y también recrean la faz de personas fallecidas.

Sus habilidades artísticas y policíacas son parte del rompecabezas. | Abadiel Martínez
Abadiel Martínez
Toluca /

Cada uno de sus trazos son pieza clave en las investigaciones que realizan las fiscalías y encienden la llama de esperanza en los familiares para hallar o reconocer a sus seres queridos.

Dan vida a esos rostros de personas señaladas como responsables de delitos e, incluso, recrean la faz de personas que fallecieron y sus rasgos quedaron destrozados, inidentificables. Su día a día es la paciencia y empatía con las víctimas y los testigos. Trazos a lápiz que se van ajustando a la par de un relato, una descripción.

Al final, con suerte, sus habilidades artísticas y policíacas son la parte del rompecabezas que faltaba para resolver un misterio y cambiar una vida.

“El retrato de ‘calcetitas rojas’ es el que más me ha marcado”

Rosa Alejandra Arce Oliva reside en Ciudad de México, es abogada de profesión y docente en una universidad; sin embargo, tiene una pasión por el dibujo que la ha llevado al camino del arte forense y, a pesar de vivir en la capital del país, su participación en casos delictivos del Estado de México ha sido vital, pues por ejemplo ella elaboró el retrato hablado de “calcetitas rojas”, una pequeña que fue hallada sin vida y que ahora se sabe que su nombre era Lupita.

Aunque ha participado en varios casos, ese es el que más la ha marcado, nos comenta. Teniendo los conocimientos en dibujo, trabaja de manera independiente desde hace ocho años en el arte forense, del cual dice que se puede ganar bien, dependiendo del tipo de retrato que se le pida; sin embargo, la empatía con el ser humano, con los niños, la llevó a trabajar de la mano con la activista Frida Guerrera, quien se ha enfocado a casos de feminicidio, y es ahí donde Alejandra empezó a ayudar en la entidad mexiquense en eventos relevantes.

  • “Uno muy fuerte con el que empezamos a trabajar fue con el de Lupita (Guadalupe Medina Pichardo) ahora ya con sus apellidos, que era conocida como la niña de las calcetitas rojas; a partir de ese dibujo empezamos a seguir trabajando con retratos de pequeñitos”.

También colaboró en el caso de Emiliano, un pequeño que fue localizado sin vida en Coacalco en octubre de 2018. El cuerpo del bebé fue abandonado y ella hizo el retrato para localizar a sus familiares. Más tarde, la madre de la víctima y su pareja sentimental fueron detenidos. Pero por estos casos Rosa Alejandra no cobra ni un peso. Dibuja de manera altruista.

Considera que ninguna persona debería ir a una fosa común, ya que tienen familiares preocupados que tal vez no saben ni que pasó con las víctimas. “El hecho es poder dar imagen a un pequeño o a una pequeña o a cualquier persona para que no vaya a dar a la fosa común; siempre son pequeñitos o personas que a final del día la familia los busca, tal vez no sean los padres, pero sí hay quién los busca".

  • Con Lupita “calcetitas rojas” fue la primera vez que ella hacía ese tipo de trabajo; además, hubo sentimientos encontrados ya que también es madre y ver por primera vez la imagen del cuerpo le causó un impacto, pero hoy es una satisfacción saber que la niña fue identificada.

“Fue una fotografía muy impactante, yo no había trabajado (con un modelo) post mortem, pero cuando yo vi la imagen de cómo la encontraron, la verdad fue doloroso, y el hecho de verla ya después con vida en un video y ver su fotografía fue muy fuerte”. 

Para esclarecer casos, asegura que seguirá colaborando con la sociedad desde su trinchera.

“Gracias a nuestro trabajo han hallado a delincuentes”

René Sánchez Lima, uno de los tres peritos en retrato hablado con los que cuenta la fiscalía mexiquense para las diligencias que realizan, lleva 29 años haciendo este trabajo y quizá ha visto más rostros que muchas otras personas. A él acuden víctimas de robo, violación, secuestro y hasta testigos de homicidios, quienes describen los rostros de agresores y él se encarga de plasmarlos, de hacer “esa foto que nunca se tomó”.

Han sido tantos que probablemente ya perdió la cuenta. Amante del dibujo, ha tomado diversos cursos, pero reconoce que su habilidad viene desde la infancia; es decir, tiene un talento nato que ha desarrollado y perfeccionado con el paso del tiempo, pero al llegar a la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de México tomó el camino del arte forense.

  • “Ya es de nacimiento, ya trae uno la facilidad y aparte fui a una escuela para ir amplificando e ilustrando las características del tipo de rostros”.

Actualmente solo hay tres peritos en retrato hablado en las filas de la fiscalía, lo que representa más trabajo para ellos; sin embargo, a pesar de ello, Sánchez Lima disfruta su labor tanto de gabinete como en campo. 

Su oficina no es amplia, pero suficiente para poder concentrarse, para que las víctimas le describan aquellos rostros de sus agresores o poder ver fotografías de cadáveres y empezar a buscar en su banco de rasgos faciales en un libro o en su computadora con programas especiales para este trabajo.

“Tenemos diferentes tipos de rostros, cabelleras, cejas, ojos… un sinfín de características para realizar un retrato, porque es una parte fundamental para ilustrar al juez y al Ministerio Público en un juicio”.

Uno de los casos que más recuerda fue el de un grupo de jóvenes que fueron atacados en el campamento “El Colibrí”, en Chalco. Siete víctimas fueron violadas en julio de 2012. René hizo los retratos hablados de algunos agresores y luego estos fueron detenidos.

“A veces salen retratos que después de meses… hasta medio año ya es cuando sale el culpable. Esa es la satisfacción, que hayan agarrado a los responsables”, concluye.

KVS

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