En medio de la contingencia del covid-19, la cuenca del Atoyac se encuentra altamente contaminada ante las descargas que se generan en los principales centros de población de los estados, explicó el investigador del Departamento de Ecología y Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Omar Arellano-Aguilar.
Durante la Reunión de Colectivos y Representantes de organizaciones de no gubernamentales ante el 14 de marzo, “Día Mundial en Defensa de los Ríos, Presas, Lagunas, Arroyos, Cuencas y Acuíferos”, el especialista destacó que a tres años de la recomendación que emitió la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de 2017, se mantiene la contaminación del Atoyac.
“La problemática se relaciona con una alta contaminación de los cuerpos superficiales de las descargas de los principales centros de población del estado. Los ríos Zahuapan y Atoyac presentan un alto grado de contaminación”, comentó.
El investigador de la máxima casa de estudios del país señaló que, en medio de la pandemia de covid-19, se mantiene la tendencia de que los ríos Atenco, Atlixtac y Totolac, sufran un deterioro ecológico mayor en la cuenca del Zahuapan-Atoyac.
Para el especialista, a pesar de la alta contaminación del Atoyac, es posible comenzar su recuperación a partir de una participación conjunta de todos los sectores de la sociedad, impulsada por leyes y restricciones para detener, en primer lugar, la contaminación.
“En Europa, los ríos Támesis, el Sena, el Rin o el Danubio tenían niveles de contaminación similares a los que hoy tienen el río Santiago, el Atoyac o el Tula en México. Se requieren de leyes y diversas restricciones permitieron que esos cuerpos de agua se recuperen. Es cierto que costó mucho recuperarlos, quizá no se pueda tenerlos totalmente limpios, pero sí se consiguió mantener la vida acuática”, explicó.
Señaló que ríos como el Atoyac, cuenta con una capacidad de asimilación de contaminantes que está rebasada y a lo largo de todo su cauce tienen industrias y ciudades que descargan sus contaminantes, problema por resolver.
“Se supone deberían estar cumpliendo con un nivel de descargas, pero el hecho es que las industrias de las zonas están rebasando la capacidad de carga del río. Puede ser que unas empresas cumplan las normas, pero conforme se suman, las descargas, se nota que algo está pasando en el ambiente”, expresó.
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