Cambiar la imagen de la localidad de Santa Ana Xalmimilulco, ubicada en el municipio de Huejotzingo, así como rescatar los juegos infantiles tradicionales e inculcar valores a través de la filosofía, fue la principal motivación de los hermanos Sergio y David Téllez Ramírez para conformar la banda Rocksofía Tocando Ideas y la Academia de Filosofía y Humanidades Tlanemactiliztli, donde se imparten talleres artísticos y filosóficos, además de que tiene un cine club.
“Tenemos prácticamente un año tocando y desde que se conjuntó en forma”, explicó Sergio Téllez en entrevista para MILENIO Puebla. Asimismo, dijo que la academia lleva cinco años de operación, la cual “tiene como propósito promover espacios de diálogo y reflexión filosófica”.
Sergio Téllez contó que junto con su hermano ofrecieron cursos de guitarra y de batería, lo que les permitió presentar la idea a un alumno de cada uno, quienes aceptaron conformar la banda.
“No somos profesionales de música, eso lo tenemos que aclarar; más bien somos como un hobby y se les dieron las bases. Así es como se forma”, dijo.
En tanto, David Téllez comentó que su objetivo es difundir el pensamiento crítico a través de la música: “Así como las escuelas oficiales tienen su banda de guerra, en analogía, nosotros también pero de una manera diferente. Dijimos: ‘(Tlanemactiliztli) también deberá tener su banda, pero tal vez menos belicosa y mejor de rock’”.
Además de Sergio, quien toca el bajo y cumple con la función de heraldo; y David, autor de las canciones, arreglista y vocalista, en la banda participan Vidal Flores Piedras, baterista de 16 años de edad; y Franco Juárez como segunda guitarra.
Sobre el nombre de la academia, señaló que surge porque está ligada a la filosofía latinoamericana y, con ello, a la de pueblos indígenas.
“Tomamos este nombre, que es de origen náhuatl, que hace alusión a un proceso de liberación. Se puede traducir como ‘liberación’ o ‘salir del hoyo’. Hace alusión a un proceso no tanto al abstracto de libertad, sino por medio de la acción y del pensamiento”.
Respecto al nombre de la banda, David mencionó que surge al mezclar el término de rock “con la palabra ‘-sofía’, que significa ‘sabiduría’. Entonces, sería como ‘rock sabiduría’, pero el nombre completo es Rocksofía Tocando Ideas, que tiene dos sentidos: por una parte, con nuestra música se transmiten ideas que tienen que ver con la física, la reflexión y hace alusión a que las ideas son algo que se palpa, que uno quiere alcanzarlas y está en ese proceso; es un como un guiño a la utopía en el buen sentido”.
Contra los estigmas
Sobre sus materiales sonoros, David comentó que su primer disco es Inquietudes al viento, con el cual se realizó una transmisión de la primera presentación en el pasado mes de agosto.
El disco está conformado por diez canciones y todas son de la autoría de David. Entre los temas se encuentran: La única ley, la amistad, No ha sido lejos de ti, Mi’apá, Noche con tu mirada, Anhelo, En tu ausencia, Causa de una esperanza y Me busco, entre otras.
Asimismo, David destacó que los integrantes de la banda son originarios de Santa Ana Xalmimilulco, hecho que ponen en alto en cada presentación, pues hasta hace tres años era una comunidad catalogada como huachicolera, es decir, dedicada al robo de combustible. Esta situación, dijo, inspiró a la banda a componer temas de reflexión y crítica social.
“A nosotros nos gusta resaltar que todos somos integrantes de este pueblo como para tratar en la medida de lo posible de erradicar esa mala imagen de la comunidad, porque no todos nos dedicamos al huachicol. Nos interesa mucho que haya otra referencia de nuestra población, a la que queremos”.
Informó que los temas se pueden escuchar en el canal de la academia en YouTube, lo que han combinado con presentaciones a través de Facebook como medida de prevención por la contingencia sanitaria. Además, los hermanos dieron a conocer que ya trabajan en la conformación de su segunda producción, para la cual ya tienen listas 20 canciones.
Llegar al público
Por su parte, Sergio Téllez aclaró que en sus temas le cantan al amor, al desamor y presentan historias, pero en la interpretación realizan un diálogo filosófico, lo que cumplen como un fundamento académico, ya que ambos son egresados de la Facultad de Filosofía.
“Mi hermano además tiene la maestría en Estudios Latinoamericanos por la UNAM y su servidor, además de Filosofía, tengo la licenciatura en Psicología con especialidad en Psicoterapia (...) Tratamos de promover la actitud, poder ver la realidad desde una actitud filosófica. No es tanto que las canciones o las letras sean una clase de filosofía, sino que tratamos de promover esto. Es como el poder utilizar, hacer construcciones que se puedan ir reflexionando. Tú puedes escuchar una canción nada más por el ritmo, pero si le pones atención a la letra hay esa plena intención de llevarte a una reflexión”.
En ese sentido, la banda notó que si trataba de entrar de forma directa académicamente en los conceptos filosóficos durante sus interpretaciones musicales, en lugar de atraer a las personas, ocurría un efecto contrario; por ello, con los diálogos difunden estos preceptos.
Transformación en el taller
Por otra parte, señaló que con su academia celebraron dos torneos de juegos infantiles tradicionales, el primero de balero, trompo y canicas; y el segundo, de vuelo de papalote, juego del aro y flechas.
“Hubo buena respuesta, sobre todo porque no hay primero, segundo o tercer lugar, pues se trata del rescate por equipos, por familias, de estos juegos. Tratamos de que las mismas personas realicen los mismos juguetes, como en el caso del papalote que el requisito era que no fuera comprado para fomentar esto entre las familias”.
David Téllez añadió que están convencidos de que no se necesita solo del pensamiento sino también de las cosas prácticas; por ello, su academia tiene el taller multioficios donde se puede soldar, hacer carpintería y escultura.
“Aquí las personas que vienen se dan cuenta que lo filosófico tiene mucho que ver con lo artístico y esto con las cosas prácticas, con las cosas que uno utiliza, con ese hacer del ser humano”.
Por último, remarcó que en el taller se elaboran juguetes, como carritos de carga, los cuales están pensados para que puedan jugar dos personas.
“Uno solito no puede jugar con ese carro ¿Por qué? La intención es que se den cuenta que necesita del otro, que los chavitos se den cuenta que para jugar y divertirse se requiere del otro y no basta con un carro que se mueve solo y lo cargas con electricidad y ya, sino que se necesitas del otro y poner acuerdos: ‘Yo te empujo un rato y tú me empujas otro rato y jugamos’”, concluyó.
mpl